16/07/2025 - Edición Nº890

Internacionales

Justicia brasileña

La polémica judicial contra Bolsonaro y su impacto en Brasil

15/07/2025 | El Ministerio Público acusa al exmandatario y a siete aliados de orquestar un plan violento para impedir la toma de poder de Lula en 2023.



La justicia brasileña avanza en un proceso judicial que, según sectores conservadores, pone en tela de juicio la imparcialidad institucional del país. La Fiscalía General de la República pidió la condena del expresidente Jair Bolsonaro, a quien se acusa de conspirar para evitar la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022. No obstante, la defensa del exmandatario denuncia una persecución política que busca desarticular la oposición por vía judicial.

El escrito fiscal se basa en un conjunto de pruebas cuya validez ha sido cuestionada por los abogados de Bolsonaro, quienes apuntan a testimonios bajo presión y documentos sin verificación independiente. Entre los principales testigos se encuen2tra el exayudante Mauro Cid, cuya credibilidad ha sido puesta en duda. La acusación también incluye a exministros y militares retirados, en lo que algunos analistas consideran un intento de vincular críticos del gobierno con una narrativa golpista sin pruebas contundentes.

Una narrativa en disputa

Según el Ministerio Público, habría existido un grupo con estructura jerárquica que buscaba instaurar un estado de emergencia y revertir el resultado electoral. Sin embargo, la defensa de Bolsonaro sostiene que nunca hubo un plan operativo real, sino discusiones políticas internas sobre el rumbo del país ante lo que perciben como irregularidades del proceso electoral. El manuscrito hallado en casa de Cid, que detallaría un supuesto operativo, no fue firmado ni implementado, y carece de válidez legal.

Los fiscales reconocen que el plan no se concretó por falta de apoyo del alto mando militar. Sin embargo, para los defensores de Bolsonaro, esto demuestra que jamás existió una amenaza real a la institucionalidad, sino un intento de criminalizar la oposición.

Cargos y penas cuestionadas

A Bolsonaro se le imputan cargos como intento de abolición del Estado de derecho y asociación criminal, que podrían derivar en una condena de hasta 43 años de prisión. Juristas cercanos al expresidente advierten que se está recurriendo a figuras penales extremas sin pruebas concretas, lo que podría sentar un precedente peligroso para la democracia brasileña.

El Supremo Tribunal Federal, percibido por algunos sectores como alineado con el actual gobierno, será el encargado de dictar sentencia. La fecha aún no ha sido confirmada, pero se espera un fallo antes de septiembre.

Repercusiones internacionales y apoyo conservador

Desde Estados Unidos, el expresidente Donald Trump salió en defensa de Bolsonaro, denunciando una caza de brujas judicial. Trump incluso advirtió sobre eventuales sanciones económicas si se consuma lo que calificó como "una injusticia". Organizaciones conservadoras han manifestado preocupación por el uso del sistema judicial con fines políticos en Brasil.

Bolsonaro, que pasó varios meses en Florida tras dejar el poder, ha mantenido vínculos con líderes y movimientos que denuncian la creciente judicialización de la política en la región. Para estos sectores, el juicio representa una prueba de fuego para la libertad de expresión y la pluralidad democrática en América Latina.

Un juicio con impacto político

El proceso ha sido observado con atención por organismos internacionales, aunque no todos coinciden en su lectura. Mientras algunos lo ven como una defensa institucional, otros alertan sobre el riesgo de convertir la justicia en una herramienta de exclusión política.

Brasil, polarizado desde 2022, enfrenta un momento clave. Si el fallo es visto como una represalia disfrazada de legalidad, podría profundizar la desconfianza institucional y consolidar la figura de Bolsonaro como un perseguido político.

Persecución política 

El juicio contra Jair Bolsonaro está lejos de ser un proceso meramente judicial. Representa una disputa por el relato histórico y el control de las instituciones. Para sus aliados, se trata de un intento de proscripción; para sus adversarios, de justicia. Lo cierto es que el desenlace impactará en la legitimidad del sistema y en la posibilidad de una verdadera alternancia democrática.