
Soy Leyenda, la película de 2007 dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Will Smith, marcó a los espectadores con una de las escenas más desgarradoras del cine posapocalíptico. Estamos hablando de la muerte de Sam, el fiel pastor alemán que acompaña al personaje de Robert Neville.
Esta escena, que aún resuena en la memoria de los espectadores, no solo fue devastadora por su impacto emocional, sino también por las circunstancias detrás de su creación. En una reciente entrevista con The Hollywood Reporter, el guionista Akiva Goldsman reveló una anécdota que mezcla drama, decisiones creativas arriesgadas y un tenso encuentro con el entonces presidente de Warner Bros., Alan Horn, mostrando cómo esta escena casi no llegó a la pantalla.
El proceso de producción de Soy Leyenda enfrentó varios desafíos, especialmente en las proyecciones de prueba, donde el destino de Sam generó reacciones negativas entre el público. Según Goldsman, muchos espectadores detestaban la idea de que el perro muriera. Fue el entrenador del animal quien propuso la idea de sacrificar a Sam para evitar que se convirtiera en un perro mutante infectado por el virus que asola el mundo de la película. Sin embargo, convencer al estudio de incluir una escena tan cruda no fue tarea fácil, especialmente considerando la sensibilidad hacia la muerte de animales en el cine.
El momento clave ocurrió durante una reunión con Alan Horn, presidente de Warner Bros. en ese entonces, cuya oficina estaba decorada como un santuario en memoria de su pastor alemán recientemente fallecido. Este contexto hizo que la propuesta de matar a Sam en la película fuera particularmente delicada. Will Smith rompió el hielo para persuadir a Horn, pero parecía que no lo iba a lograr.
Entonces, Akiva Goldsman intervino y propuso un enfoque cinematográfico para suavizar la crudeza de la escena sin sacrificar su peso emocional. En lugar de mostrar directamente la muerte de Sam, sugirió centrar la cámara en el rostro de Will Smith, capturando su angustia mientras se escuchan los últimos momentos del perro.