
Luego del incendio y derrumbe en un edificio de diagonal 77 y 48, que conmocionó a la ciudad de La Plata, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, fue categórico al referirse al origen del hecho:
“El lugar estaba clausurado y la desobediencia terminó en tragedia”, sostuvo en declaraciones públicas.
Alonso remarcó que el depósito de electrodomésticos no solo no contaba con habilitación, sino que había sido clausurado por el Municipio el pasado 25 de junio. Aun así, la actividad continuó, y el ministro apuntó directamente a la responsabilidad de quienes violaron la orden de clausura.
“Es inadmisible que un lugar sin habilitación, que ya había sido cerrado, siga operando como si nada”, expresó con tono firme. Para Alonso, este tipo de incumplimientos deben ser tratados con mayor dureza: “Estamos hablando de vidas humanas. La negligencia no puede quedar impune”, señaló.
El funcionario también confirmó que ya se elevaron actuaciones a la Justicia Penal, y sostuvo que desde la Provincia se va a “acompañar cada investigación para que se determinen todas las responsabilidades”. y agregó “el Estado actuó. Hubo clausura, hubo notificación judicial. Lo que falló fue el respeto por la ley”.
Finalmente, el ministro hizo un llamado a la reflexión: “No puede haber zonas grises. Si un lugar está clausurado, no puede seguir funcionando. Punto”. Sus palabras refuerzan la línea de la Provincia frente a hechos donde la desobediencia a normas básicas termina en situaciones de alto riesgo público.
Alonso dejó en claro que el foco estará puesto en perseguir penalmente a los responsables de haber ignorado deliberadamente la clausura.
FS