
En 2024, más de 341.000 niños mexicanos no recibieron ni una sola vacuna, lo que representa un incremento del 50 % respecto al año anterior. El dato, revelado por organismos multilaterales y confirmado por análisis locales, convierte a México en el país latinoamericano con mayor cantidad de menores sin ninguna dosis del esquema básico.
El fenómeno preocupa especialmente porque coincide con brotes activos de enfermedades prevenibles, como sarampión y tos ferina, que han dejado muertes infantiles en zonas rurales. La caída sostenida en la cobertura, según especialistas, amenaza con revertir décadas de avances en salud pública.
Las cifras no dejan lugar a dudas. De los 1,46 millones de niños sin vacunas en América Latina, uno de cada cuatro está en México. Representan el 2,4 % de todos los niños "cero dosis" a nivel mundial. Ninguna de las 14 vacunas del esquema infantil superó el 90 % de cobertura requerido por la Organización Mundial de la Salud. La vacuna contra hepatitis B al nacer, por ejemplo, solo alcanzó un 63 %, y la BCG (contra la tuberculosis), el 89 %.
Especialistas como Adolfo Martínez, investigador en salud pública de la UNAM, califican la situación como "alarmante" y de alto riesgo epidemiológico". Óscar Sosa, epidemiólogo clínico, advierte que estamos ante "una bomba de tiempo", pues hay un gran número de menores sin protección ante virus ya circulantes.
Uno de los indicadores más graves se relaciona con la vacuna triple bacteriana (DTP), que protege contra difteria, tétanos y tos ferina. Su cobertura nacional cayó de 89 % a 83 %, y la tercera dosis (DTP3), esencial para una inmunización completa, bajó de 85 % a apenas 78 %. Estas cifras están directamente correlacionadas con el reciente repunte de casos de tos ferina.
Hasta mayo de 2025, se habían reportado 978 contagios de tos ferina y 51 muertes de bebés menores de un año, el 96 % de los cuales no estaban vacunados. La gravedad de estos datos refleja un patrón de vulnerabilidad creciente entre los más pequeños.
En paralelo, México enfrenta su brote de sarampión más severo del siglo. Con más de 1.000 casos confirmados y al menos cuatro muertes, la mitad de las víctimas fueron niños no vacunados de comunidades aisladas, como los menonitas. La propagación del virus refleja la ineficiencia de la vigilancia epidemiológica y la pérdida de inmunidad comunitaria.
La propia Organización Panamericana de la Salud advirtió que se trata de "un retroceso sin precedentes". Su director, Jarbas Barbosa, declaró que tener nueve muertes por una enfermedad prevenible es "inaceptable", y urgió a México a recuperar coberturas por encima del 95 %.
Las razones de este deterioro son múltiples, pero convergen en un punto: la fragilidad institucional del programa de vacunación. Desde 2019, México ha enfrentado recortes presupuestales, desabasto crónico de vacunas, pérdida de personal especializado y una drástica caída en operativos territoriales. A esto se suman deficiencias logísticas y de distribución, sobre todo en zonas rurales.
Además, la desinformación y una baja percepción de riesgo entre las familias están debilitando la confianza en el sistema. Esta situación ha sido potenciada por discursos públicos ambiguos, una estrategia nacional de comunicación deficiente y el debilitamiento del rol técnico del sistema de salud federal.
En marzo de 2025, el gobierno federal reactivó las Semanas Nacionales de Vacunación, suspendidas desde 2020. Sin embargo, los resultados han sido limitados. A pesar de la estrategia, casi 100.000 niños presentan esquemas incompletos y persisten las brechas territoriales en cobertura.
Expertos recomiendan reforzar los operativos puerta a puerta, garantizar el suministro constante de biológicos y ampliar las campañas educativas. También se exige un compromiso político de alto nivel para priorizar esta crisis como una emergencia sanitaria silenciosa.
¿Por qué la vacuna contra SARAMPION es una vacuna TAN importante?
— La Jefita (@soylajefita) June 26, 2025
Hoy les voy a platicar sobre el sarampión y la famosa amnesia inmunológica.
Increíble que un virus pueda borrar años de inmunidad. Lo bueno es que una vacuna lo evita. 1/ pic.twitter.com/kdv833VoEE
La cifra de más de 340.000 niños sin vacunar en México no solo es un dato estadístico: es el reflejo de un Estado que ha dejado expuesta a una generación entera ante enfermedades prevenibles. En un contexto de retrocesos sanitarios globales, la magnitud del problema en México destaca con una gravedad particular.
Con el incremento de los brotes, el país no puede seguir aplazando una política pública integral de vacunación. La inmunización infantil no es un lujo ni una opción: es la primera línea de defensa de la salud pública.