19/07/2025 - Edición Nº893

Deportes


Deporte extremo

Murió Felix Baumgartner, el hombre que desafió la estratósfera

17/07/2025 | El célebre paracaidista austríaco que en 2012 rompió la barrera del sonido al lanzarse desde la estratósfera, falleció hoy a los 56 años en un trágico accidente de parapente en Italia. Fue el primer ser humano en saltar desde 39.000 metros de altura.


por Sebastián Muzi


Felix Baumgartner, el legendario paracaidista austríaco que deslumbró al mundo en 2012 al lanzarse desde la estratósfera y romper la barrera del sonido, falleció este jueves 17 de julio a los 56 años en un trágico accidente mientras practicaba parapente motorizado en Porto Sant’Elpidio, Italia.

El infortunio ocurrió en horas de la tarde, cuando Baumgartner experimentó un malestar súbito mientras volaba sobre la costa del Adriático. Perdió el control del parapente y cayó sobre la pileta de un complejo turístico, impactando contra una estructura de madera. A pesar de la rápida intervención de los servicios de emergencia, el deportista murió en el acto. Una mujer que se encontraba en el lugar resultó herida, aunque se encuentra fuera de peligro.

Baumgartner alcanzó la fama mundial el 14 de octubre de 2012 con el proyecto Red Bull Stratos, al realizar el salto más alto jamás registrado desde 39.000 metros de altura. En caída libre, superó la velocidad del sonido, alcanzando los 1.357 km/h sin asistencia mecánica. La hazaña, seguida en vivo por millones de espectadores, le valió múltiples récords Guinness y lo consolidó como un ícono del deporte extremo.

Cuando estás parado en la cima del mundo, te volvés increíblemente humilde. No piensas en romper récords ni en hacer historia. Lo único que querés es volver a casa con vida. A veces hay que llegar muy alto para entender lo pequeño que sos en realidad”, dijo Baumgartner ni bien tocó tierra. 

No fue solo un salto. Fue una misión científica, un desafío mental, una prueba de todo lo que somos capaces de hacer cuando confiamos en la tecnología, en el equipo y en nosotros mismos. Me entrené durante años para esto, pero nada te prepara para el silencio absoluto allá arriba. Es como estar en otro planeta”, reveló tiempo después el hombre récord. quien durante su descenso soportó, pese a todo el equipamiento, temperaturas bajo cero, presión atmosférica mínima y el riesgo de perder el conocimiento por giros incontrolables.

Durante sus últimos días, Baumgartner estaba de vacaciones y había compartido en redes sociales varias imágenes de sus vuelos. En sus últimas publicaciones hacía referencia al clima adverso y advertía sobre los vientos fuertes. Su pasión por volar era innegociable; en uno de sus brazos tenía tatuado el lema “Born to fly”, un reflejo de su espíritu indomable.

Las reacciones no tardaron en llegar. El alcalde de Porto Sant’Elpidio lo describió como un “símbolo de valentía”, y múltiples figuras del mundo de los deportes extremos expresaron su tristeza ante la partida de uno de los referentes más audaces y admirados de la disciplina.