
Luego de su participación en Gran Hermano, Lorenzo de Zuani se convirtió en uno de los ex hermanitos más queridos -y más deseados- de la temporada. Con su perfil tranquilo, pero con una sinceridad que desarma, el joven salteño se animó a contar todo: desde canjes insólitos y propuestas indecentes, hasta su nueva vida fuera de la casa más famosa del país.
“Lo del canje de huevos fue espectacular”, se ríe Lolo, y confiesa que la fama le trajo ofertas bizarras de todo tipo: “Me ofrecieron cosas rarísimas por plata. Propuestas indecentes. Y no solo por redes: también cara a cara. Hay gente que te va subiendo la oferta en cada historia hasta que respondas. Te escriben pibes, minas, señoras grandes... ¡todo!”
A pesar de esa exposición repentina, asegura que lo vive con humor: “Me río. No me lo tomo mal, pero sí aprendí a estar con pinzas con la gente nueva que se acerca. A muchos les atrae el ‘Lolo de Gran Hermano’, pero no todos quieren conocer al Lorenzo real”.
A diferencia de otros participantes que llegan con estrategia y hambre de fama, Lorenzo entró sin grandes expectativas. “Ni sabía bien en qué me metía. Me anotó una amiga. No dimensioné lo que era Gran Hermano. Y cuando entré, fui exactamente igual que en mi casa. No fui a hacer show ni a construir un personaje. Fui genuino”.
Esa autenticidad fue lo que lo diferenció. Aunque su estadía duró poco más de un mes, dejó huella por su perfil calmo en medio de un grupo repleto de personalidades explosivas: “La primera noche Selva estaba a los gritos, yo solo quería dormir. Me pregunté ‘¿qué hago acá?’. Pero nunca pensé en abandonar”.
“Todavía no entiendo el nivel de fanatismo que hay por Gran Hermano. Te abrazan como si fueras un familiar. ¡Y yo estuve un mes nomás! Es impresionante”, reconoce. Sobre Tato, el ganador de la edición, tiene palabras de admiración: “Era como el dueño de la casa. Todos sentíamos que iba a ganar desde adentro. Fue coherente, genuino, jugó para ganar desde el día uno y le salió perfecto”.
Lejos del perfil mediático, Lorenzo quiere construir su camino en otras áreas. Estudia diseño industrial y sueña con mezclar sus pasiones: “Me encanta el diseño de muebles, las luminarias, intervenir ropa, y también me copa el mundo del streaming. Me gustaría hacer contenido lifestyle, pero desde un lugar más artístico y real. No soy de los TikTok bailando. Prefiero subir un reel que tarde en hacerse pero que me represente”.