19/07/2025 - Edición Nº893

Internacionales

Origen oculto

Superman: el origen judío del héroe que desafió a Hitler

19/07/2025 | Fue creado por dos hijos de inmigrantes judíos y esconde en su historia ecos de Moisés, el Golem y la lucha contra el fascismo.



Superman no nació en un planeta lejano: nació en Cleveland, Ohio, en 1938, de la pluma de dos jóvenes judíos, Jerry Siegel y Joe Shuster, que usaron el cómic para responder a los desafíos de su tiempo. En una América marcada por la Gran Depresión y el ascenso del nazismo en Europa, estos autores hijos de inmigrantes idearon un personaje que encarnaba esperanza, justicia e identidad. Detrás del traje azul y la capa roja había una historia mucho más profunda: la de la experiencia judía del siglo XX.

Desde su primer número, Superman fue más que un superhéroe. Encarna el viaje del inmigrante: exiliado de Krypton, adoptado por una familia del medio oeste, y obligado a esconder su verdadera identidad bajo el nombre de Clark Kent. Ese relato refleja, con gran fidelidad, la asimilación forzada que vivieron los inmigrantes judíos en Estados Unidos, entre el orgullo de su herencia y la presión por encajar en una sociedad muchas veces hostil.

Relato bíblico reimaginado

El nombre kriptoniano de Superman, Kal-El, tiene ecos del hebreo. “El” significa Dios, y “Kal” puede traducirse como “ligero” o “voz”. Así, Kal-El sería “la voz de Dios” o “el que lleva a Dios”, en clara resonancia con las figuras proféticas. Su historia, además, remite directamente a Moisés: salvado de un planeta en destrucción, colocado en una cápsula y enviado a otro mundo, como el niño hebreo enviado en una cesta por el Nilo.

Estas referencias no son accidentales. Durante la década del ’30, el pueblo judío enfrentaba persecuciones crecientes en Europa. Superman aparece como un golem moderno, una criatura poderosa creada para proteger al pueblo frente al peligro. Es un símbolo de fuerza moral y defensa de los vulnerables, en una época donde el silencio era cómplice del horror que se avecinaba.

Acción política desde el cómic

Lejos de ser un personaje apolítico, Superman tuvo un rol activo desde sus primeras apariciones. En los años 40, se enfrentó a Hitler y al Ku Klux Klan en viñetas explícitas, cuando aún Estados Unidos no había entrado a la Segunda Guerra Mundial. Era una forma clara de advertir sobre el avance del fascismo y el racismo, y de posicionarse como una voz que representaba valores éticos.

Con el paso del tiempo, sus enemigos mutaron, pero la esencia se mantuvo: el combate a la corrupción, el racismo, la injusticia. Superman promovió campañas de vacunación, denunció el abuso policial y hasta defendió causas ambientalistas. Su historia fue siempre un reflejo de las luchas sociales de cada época, y su raíz judía ayudó a mantener ese compromiso con los más débiles.

Lecturas académicas e interpretaciones culturales

Numerosos investigadores han abordado esta dimensión identitaria. El libro Is Superman Circumcised? de Roy Schwartz explora de forma sistemática los elementos judaicos en la mitología del personaje. Desde el trauma del exilio (la destrucción de Krypton) hasta la toxicidad del entorno (la kryptonita como metáfora del antisemitismo), cada elemento ha sido interpretado como parte de una narrativa cultural profundamente judía.

Incluso su apariencia dual —el tímido Clark Kent y el invencible Superman— se entiende como una metáfora de la doble identidad que muchos judíos americanos sintieron: la necesidad de ocultar sus raíces para sobrevivir en una sociedad que valoraba la homogeneidad. La máscara, en este caso, no es solo un disfraz, sino una herramienta de resistencia.

Vigencia contemporánea y nuevas lecturas

En años recientes, creadores y críticos han reivindicado abiertamente esta lectura. Un popular reel en Instagram reavivó el interés por su conexión con Israel, mostrando cómo su historia encierra valores del judaísmo como la justicia (tzedek) y la reparación del mundo (tikkun olam). Esta relectura moderna ha impulsado también una reapropiación cultural del personaje en clave progresista y universalista.

Hollywood Reporter y BBC Mundo coincidieron recientemente en que Superman es, ante todo, una historia de inmigración. Desde sus orígenes hasta hoy, ha servido como símbolo de los desplazados, los perseguidos y los que encuentran en la tierra prometida (real o imaginaria) un lugar donde rehacer sus vidas sin renunciar a su identidad.


Superman es una película de superhéroes estadounidense basada en DC Comics. 

Una superhistoría 

Superman no solo fue un producto de su época, sino un reflejo anticipado de dilemas actuales: identidad, migración, justicia. La recuperación de sus raíces judías permite entenderlo como una figura cargada de sentido político y cultural, alejada del cliché del héroe vacío.

Volver a su historia original es también una invitación a reflexionar sobre el poder de la narrativa para transformar la realidad. En un mundo cada vez más polarizado, la figura de Kal-El sigue recordándonos que la fuerza no está solo en los músculos, sino en la compasión, la justicia y el coraje de no ocultar quiénes somos.