19/07/2025 - Edición Nº893

Política

Opinión

Milei y los gobernadores se cruzaron en La Rural: un acercamiento protocolar y frío

18/07/2025 | En una tensión creciente por la distribución de fondos, el Gobierno de Milei dio un paso simbólico al invitar a gobernadores y dirigentes a la Sociedad Rural. Sin embargo, no hubo diálogo real, no hubo acuerdo, solo una foto pensada como señal.


por Octavio Majul


Ayer por la tarde, en el tradicional cóctel organizado por Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, estuvieron presentes gobernadores como Osvaldo Jaldo (Tucumán), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca) y otros, junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mientras Milei lo hizo por la mañana con la Mesa de Enlace. 

No hay dudas de que fue un acto de imagen más que un acuerdo político: Francos se encargó del corte de cintas y luego asistió al cóctel, aunque todavía no está confirmado si el Presidente repetirá el sello luego en una cumbre formal. 

La realidad es que el vínculo con los gobernadores está en su peor momento. Mientras tanto, desde las provincias siguen hoy reclamando por los proyectos del Senado que buscan modificar el manejo de los ATN y del impuesto a los combustibles. “No funciona como reunión formal ese encuentro”, dijeron desde uno de los distritos, y lo calificaron como insuficiente.

El evento quedó más cerca de la performance que de la realidad. Francos buscó bajar el precio al conflicto y declaró que “no estamos en guerra”. Más allá de eso no existieron compromisos concretos ni señales de solución fiscal. La crisis con las provincias persiste; las giras de solemnidad no la resuelven. 

El núcleo del conflicto no es el protocolo, es el poder: los gobernadores exigen una redistribución automática de ATN y combustibles, y Milei ha respondido con vetos y decretos. Hoy, sustituir el grito por el saludo protocolar no cambia la sustancia. 

Se podría pensar que un cóctel basta para recuperar legitimidad, pero no. La Rural fue un escenario frío, sin pasión. Fue una foto donde todos posaron, pero nadie confió. Y mientras tanto, en Buenos Aires y en cada provincia, la política sigue tan herida como hace tres meses, con un gobierno que insiste en sobrevivir sin reparar lo que fracturó.