
El femicidio de Analía Danila Ovando, ocurrido en la localidad santafesina de Villa Guillermina, destrozó a una familia. La joven de 25 años fue encontrada degollada dentro del bar “El Moroco”, donde trabajaba. La brutalidad del ataque se sumó a la falta de acción judicial ante las reiteradas denuncias por violencia de género que pesaban sobre su exnovio, ahora detenido como principal sospechoso.
Martín Ovando, padre de Analía, habló en las últimas horas del calvario que vivió su hija durante el último año. La relación con el presunto femicida, Ulises Fabián Gómez, había sido marcada por agresiones, amenazas y persecuciones constantes. A pesar de que existía una orden de detención en su contra por haber violado una medida perimetral, la Justicia no actuó a tiempo y el joven permanecía en libertad.
Según relató su padre, Analía vivía con miedo. Las amenazas eran constantes y Gómez no respetaba ninguna restricción. Se presentaba en su casa, ingresaba por la fuerza y hasta la acosaba en su lugar de trabajo. En una ocasión, incluso habría llegado con un cuchillo ensangrentado tras un episodio violento con su propio padre. Para Martín Ovando, todo esto fue ignorado por las autoridades. “Ella lloraba cada noche, sabía que la iba a matar, y no hicieron nada para evitarlo”, expresó, conmovido.
El crimen ocurrió durante la madrugada del jueves. Gómez habría interceptado a Analía al salir del bar, la obligó a regresar al local y allí la atacó con un arma blanca que le perforó el cuello. El cuerpo fue hallado horas después por un vecino. La investigación, a cargo del fiscal Juan Carlos Koguc, activó un rápido operativo de búsqueda. Gracias a los testimonios y a un cerrojo policial, el sospechoso fue detenido ese mismo día en San Antonio de Obligado.
Gómez ya había sido denunciado en múltiples ocasiones por violencia. La existencia de una orden de detención no ejecutada es para la familia una muestra más de la desprotección institucional. “Nos destrozó la vida, a mi esposa, a mi otra hija. No vamos a parar hasta conseguir justicia”, afirmó Ovando, quien ya evalúa acciones legales contra quienes no garantizaron la seguridad de su hija.
Analía, madre de una niña, era muy querida en Villa Guillermina. Su asesinato generó una profunda conmoción en la comunidad, que se movilizó esa misma noche para exigir justicia. El Ministerio Público de la Acusación adelantó que el imputado será acusado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género, lo que podría derivar en una condena a prisión perpetua.