
Leales, divertidos, sensibles y eternamente fieles. Los perros ya no son solo "las mascotas" del hogar: para millones de personas, son parte fundamental del núcleo familiar. Tanto es así que muchos los llaman con afecto "hijos de cuatro patas". Este cambio cultural profundo, sumado al avance en medicina veterinaria y al mayor compromiso de los tutores, logró un hito que décadas atrás parecía imposible: la esperanza de vida de los perros se duplicó en los últimos 40 años.
Cada 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, una fecha que invita a reflexionar sobre el vínculo con los compañeros de vida. Hoy, tener un perro implica mucho más que alimentarlo y brindarle cariño: también requiere atención veterinaria, prevención de enfermedades y un entorno saludable para su bienestar físico y emocional.
Actualmente, se calcula que hay alrededor de 900 millones de perros en el mundo, muchos de ellos conviviendo de forma cercana con sus tutores humanos. En Argentina, esta relación es particularmente intensa: el 80% de la población tiene al menos una mascota, y el 78% de ellas son perros, lo que lo ubica entre los países con mayor proporción de animales de compañía en América Latina.
Esta transformación también se refleja en un mayor compromiso con su salud. En el país, especialmente en zonas urbanas, el cuidado veterinario crece año a año. Según datos de la Encuesta Anual de Hogares del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, más del 80% de los perros recibió al menos una atención veterinaria en el último año, el 87% fue desparasitado, y un 34,3% recibió entre dos y cuatro tratamientos anuales.
Este nuevo paradigma, impulsado por la conciencia sobre la tenencia responsable, no solo mejora la calidad de vida de los animales, sino que también prolonga sus años junto a las familias. En el Día Mundial del Perro, el mensaje es claro: cuidarlos es honrar ese amor incondicional que nos dan todos los días.
"Sumar un perro a la familia debe ser una decisión consciente, ya que implica un compromiso de amor y cuidado que puede extenderse entre 12 y 17 años, según el tamaño, la raza y la atención que reciba el animal", afirmó el médico Veterinario Walter Comas. "Es fundamental garantizar que el perro tenga sus cuidados sanitarios al día y un entorno saludable donde vivir, porque la salud animal, la salud humana y la del ambiente están profundamente interconectadas", agregó.
Chequeos veterinarios: Al menos una vez al año, las visitas al veterinario son cruciales. Permiten detectar enfermedades a tiempo y acompañar el desarrollo de tu perro en cada etapa de su vida.
Vacunación al día: Las vacunas son imprescindibles. Protegen a los animales de enfermedades graves y potencialmente mortales, y también previenen el contagio a humanos.
Desparasitación externa constante: Es vital proteger a tu perro de pulgas, garrapatas y otros parásitos externos durante todo el año. Hoy existen opciones de acción prolongada que simplifican este cuidado, brindando hasta 12 semanas de protección continua con menos aplicaciones.
Cuidado dental: El cepillado diario es la mejor prevención y es más fácil si se inicia desde cachorro. Consulta con tu veterinario para que te explique el procedimiento adecuado.
Control del peso: Este no es un tema menor. Es importante consultar con el veterinario sobre la alimentación más apropiada para el compañero de cuatro patas en cada etapa de su vida, evitando el sobrepeso.