23/07/2025 - Edición Nº897

Política

La Generala

Victoria Villarruel: una biografía revela tensiones, ambiciones y el quiebre con Milei

22/07/2025 | En una biografía no autorizada, la periodista Emilia Delfino revela las tensiones de Villarruel con Javier Milei, su ambición presidencial y la crisis interna.



La periodista Emilia Delfino presentó La Generala, una biografía no autorizada de Victoria Villarruel, que desnuda el perfil más íntimo y político de la actual vicepresidenta y la creciente fractura dentro del oficialismo libertario.

La obra arroja luz sobre los aspectos menos conocidos de Villarruel: su formación ideológica, su estrategia silenciosa, su aislamiento dentro del gobierno y sus ambiciones de poder.

En diálogo con Chiche Gelblung, Delfino reveló que Villarruel atraviesa un punto de inflexión político. "Hoy se siente afuera del gobierno, expulsada por el propio oficialismo", sostuvo.

Según la autora, la vicepresidenta ya no se considera parte de La Libertad Avanza, y evalúa desde qué espacio reconstruir su carrera política, aunque por ahora evita confrontar directamente y mantiene una estrategia de perfil bajo mientras observa el desgaste del presidente Milei.

¿Aspirante a la presidencia?

Uno de los datos más resonantes del libro es la admisión -por parte de allegados a Villarruel- de su ambición presidencial. “Su exmano derecha me dijo: ‘Todas las noches le decía que pensara para qué quería ser presidenta’”, reveló Delfino, mostrando que ese deseo existe, aunque aún sin una plataforma definida.

“Villarruel es una francotiradora política. Tiene un objetivo claro, pero todavía no eligió desde dónde disparar”, resumió.

Quiebre con Milei y diferencias ideológicas

Las tensiones con el Presidente no son nuevas. Delfino contó que Villarruel manifestó su malestar desde los primeros días del Gobierno, en especial por el manejo del DNU 70, que consideró excesivo y mal planificado. “Se molestó mucho cuando le dijeron ‘firmá y no preguntes’, eso la hirió profundamente”, detalló. Además, la cuestión Malvinas -muy sensible para ella por ser hija de un veterano de guerra- la enfrentó con decisiones del oficialismo que consideró contrarias a la soberanía nacional.

A eso se suman diferencias de estilo y desconfianzas personales, que terminaron por aislarla en el Senado, donde ya no es tenida en cuenta como interlocutora válida con gobernadores y legisladores. “En su entorno me dijeron que no la atienden, que no le contestan. Se siente completamente desplazada”, señaló la autora.

Una figura conservadora, incómoda en todos los espacios

Villarruel no encaja del todo en La Libertad Avanza, pero tampoco encuentra lugar en el PRO ni en sectores del peronismo. Nacionalista, católica ferviente y afín a la misa en latín, su ideología ultraconservadora la vuelve una figura difícil de asimilar para cualquier estructura política tradicional.

Según el libro, mantiene vínculos con sectores de derecha dura y ha promovido activamente campañas por la libertad de militares condenados por crímenes de lesa humanidad. Aunque nunca fue su abogada formal, Delfino documenta que Villarruel articuló visitas de juristas internacionales a cárceles y buscó presionar al Estado argentino a través de organismos internacionales como la CIDH. “No defendió a Etchecolatz, pero sí organizó reuniones internacionales para instalar el tema de los presos políticos militares”, aclaró.

Vida privada y círculos cercanos

El libro también ofrece un retrato de su vida personal. Villarruel estuvo casada brevemente en su juventud y logró anular el matrimonio por la vía eclesiástica. Su exmarido, de ideas extremas y admirador de los carapintadas, sigue en contacto con ella. “Ella dice que no está sola, pero que ha resignado muchas cosas por su vocación política. No haber tenido una familia la siente como una deuda pendiente”, relató Delfino.

¿Un nuevo camino político?

Por ahora, Villarruel no piensa renunciar a la vicepresidencia. Su estrategia es mantenerse en silencio, ganar tiempo y observar cómo evoluciona la situación del Gobierno. Aunque no descarta construir un espacio propio, sus allegados creen que buscará insertarse en una fuerza ya existente que le permita emerger como líder en el mediano plazo. “Está esperando el momento. Cree que la crisis del Gobierno puede abrirle una puerta. No se bajó del todo”, concluyó Delfino.

La Generala pinta el retrato de una dirigente silenciosa, meticulosa y ambiciosa, que espera su momento para dar el salto. Mientras tanto, la grieta en la cúpula libertaria se profundiza.