25/07/2025 - Edición Nº899

Internacionales

Geopolítica subordinada

El nuevo embajador de Trump en Argentina y su misión contra China

22/07/2025 | Trump propone un embajador que promete expulsar a China y elogia a Milei; el gobierno argentino celebra sin medir costo diplomático.



Las declaraciones del futuro embajador estadounidense en Argentina, Peter Lamelas, dejaron al descubierto el nuevo eje geopolítico de la Casa Rosada. Nombrado por Donald Trump y con una agenda frontal contra Beijing, Lamelas se presentó ante el Senado de EE.UU. asegurando que su misión en Buenos Aires será "limitar la influencia maligna de China" y "expulsarla gradualmente" del país.

Lejos de generar incomodidad, el gobierno de Javier Milei celebró las afirmaciones. El propio Lamelas elogió al presidente argentino como "un actor clave en la región" y afirmó que "podemos aprender mucho de él". La respuesta oficial fue de entusiasmo. Ninguna voz del oficialismo cuestionó el tono ni los objetivos declarados del emisario norteamericano.

Una diplomacia sin matices

Desde su llegada al poder, Milei profundizó el alineamiento con Estados Unidos e Israel, rompiendo con los vínculos estratégicos que había mantenido la Argentina con China y otros socios de los BRICS. La salida del banco de desarrollo de los BRICS, el freno a obras financiadas por Beijing y la negativa a concretar acuerdos comerciales con el gigante asiático se suman a una agenda de confrontación abierta.

Lamelas prometió además trabajar junto a las provincias, abordar el tema Malvinas "desde el respeto" y hacer giras para "visibilizar los valores de la libertad". En ese marco, la embajada dejará de ser un ámbito de diplomacia bilateral para transformarse en una base operativa de la estrategia estadounidense en Sudamérica.

El silencio cómplice del Gobierno

Resulta llamativo que un embajador designado para un país soberano declare abiertamente que viene a desmantelar la influencia de una potencia con la que Argentina mantiene relaciones diplomáticas plenas. Aún más llamativo es que el Gobierno no solo no reaccione, sino que celebre la intromisión.

El elogio a Milei como "ejemplo para la región" no es inocente. Implica una validación del modelo de ajuste económico, represión de la protesta y entrega de recursos naturales que el presidente argentino está impulsando. El nuevo embajador no esconde su apoyo ideológico y estratégico a esa agenda.


Javier Milei con el futuro embajador de Estados Unidos en Argentina. 

Consecuencias económicas y diplomáticas

China es el segundo socio comercial de la Argentina, con inversiones clave en infraestructura, energía y minería. Tensar esa relación a cambio de una mayor presencia estadounidense implica riesgos concretos: desde la pérdida de financiamiento hasta represalias comerciales. Nada de eso parece ser evaluado por el actual gobierno.

La decisión de alinear la política exterior con los intereses de una sola potencia, además de debilitar la soberanía diplomática, empobrece las opciones de inserción internacional. En un mundo multipolar, renunciar a la autonomía estratégica implica quedar a merced de los vaivenes electorales de otros países.


Javier Milei con Xi Jinping.

Un peligroso desenlace

El desembarco de Peter Lamelas confirma que la Argentina de Milei ha dejado de ser un actor con agenda propia. La subordinación a los intereses de Washington se cristaliza en una diplomacia sin matices, donde los elogios son premiados y el debate silenciado.

Mientras se construye un relato de libertad, se entrega soberanía. La falta de reacción ante declaraciones injerencistas revela una preocupante ausencia de defensa del interés nacional.

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