23/07/2025 - Edición Nº897

Política

Doble vara

Bullrich fustigó las candidaturas testimoniales, pero esquivó el caso Adorni

23/07/2025 | La ministra habló de “fraude” electoral, pero no mencionó al vocero presidencial, que será legislador por CABA y aún no renunció. La doble moral del oficialismo vuelve a quedar expuesta.



Con tono de fiscal implacable, Patricia Bullrich reapareció en televisión para disparar contra uno de los pecados favoritos de la vieja política: las candidaturas testimoniales. Pero, mientras hablaba de “fraude” y “estafa al votante”, esquivó por completo el elefante en la sala: su propio compañero de Gabinete, Manuel Adorni, flamante legislador electo por la Ciudad de Buenos Aires, sigue ocupando su silla de vocero presidencial como si nada.

“Estoy en contra de las candidaturas testimoniales. Si uno se presenta a una elección, tiene que cumplir. Hacerse concejal siendo intendente es como un fraude total”, sentenció Bullrich en LN+, con su habitual tono categórico. Y para que no queden dudas, agregó: “Eso de entrar y salir, como hizo Sergio Massa en 2009, es un fraude”.

Pero cuando el dedo debía apuntar hacia adentro, la ministra miró para otro lado. Ni una palabra sobre Adorni, que encabezó la lista de La Libertad Avanza, ganó la elección porteña con 30,1% y debería asumir en la Legislatura el 10 de diciembre. ¿Tiene pensado renunciar antes? Sí. ¿Lo hizo? No. ¿Mientras tanto? Cobra un sueldo del Tesoro Nacional y ejerce como vocero del Presidente.

La doble moral es evidente: Bullrich marca la cancha cuando se trata de los demás, pero guarda silencio frente a las contradicciones propias. En un gobierno que llegó prometiendo barrer con los privilegios de la casta, sostener a Adorni en su doble rol es dinamitar ese relato desde adentro.

El propio Adorni, consultado por la prensa en Casa Rosada, se limitó a decir: “El 9 de diciembre voy a presentar mi renuncia”. ¿Por qué no ahora? ¿Qué impide que cumpla con lo que exige su propia ministra? Silencio. Incomodidad. Y un reflejo automático: negar todo, minimizar, y seguir.

Desde el plano legal, tampoco hay margen. El constitucionalista Diego Ernesto fue tajante en AM 750: “Legalmente no puede hacerlo. Existe una incompatibilidad ética, horaria y constitucional. La Carta Magna es clara: los legisladores no pueden tener otro cargo pagado por el Tesoro”. Y agregó: “Esto ya lo veíamos en el gobierno de Vidal, pero se suponía que venían a cambiar eso”.

Mientras tanto, más de una decena de intendentes bonaerenses también juegan al juego de las testimoniales. Se postulan para cargos que no asumirán o que abandonarán apenas ganen. Pero Bullrich, en lugar de mirar a sus aliados o al propio Ejecutivo, prefiere exhumar a Massa como chivo expiatorio. Práctico, pero poco valiente.

En definitiva, lo que Bullrich denuncia como “fraude” está ocurriendo en tiempo real dentro del Gobierno que ella integra. Pero en esta película, el “fraude” tiene nombre y apellido, y todavía reparte off the record desde el atril de Balcarce 50.