
No se trata solo de ayuda al desarrollo. Un reciente informe elaborado por el think tank húngaro Center for Fundamental Rights (CFR) pone bajo la lupa un tema poco explorado en América Latina: cómo la Unión Europea distribuyó casi mil millones de euros en fondos a más de 800 Organizaciones No Gubernamentales de la región. Lo que podría leerse como cooperación internacional está, según el estudio, profundamente vinculado a una estrategia ideológica con agenda propia.
El documento, titulado "The Pink Tide of EU Aid", sostiene que esta financiación ha sido clave para consolidar una "marea rosa" de corte neomarxista en la región, que va desde el feminismo radical hasta la promoción de identidades fluidas, pasando por la educación sexual temprana y el debilitamiento de instituciones tradicionales como la familia o la soberanía nacional.
El informe denuncia que, bajo pretexto de promover valores democráticos o derechos humanos, el dinero europeo ha alimentado ONG que difunden una visión interseccional y posmoderna, muchas veces alejada de las prioridades reales de las comunidades locales. En lugar de asistencia humanitaria, la UE estaría financiando la implantación de un marco cultural que remodela las identidades, los lenguajes y las relaciones sociales.
En países como Perú, Paraguay, Honduras y Uruguay, las ONG beneficiadas promueven desde la despenalización total del aborto hasta la educación sexual obligatoria desde los tres años, pasando por reformas judiciales o el fortalecimiento de movimientos identitarios.
La investigación de CFR expone casos puntuales: en Uruguay, la ONG "El Abrojo" promueve como "derecho humano" la educación sexual en niños menores de ocho años; en Bolivia, "Colectivo Rebeldía" defiende la despatriarcalización como principio de gobernanza; en Perú, "Promsex" fue señalada por abusos internos mientras era el mayor receptor de fondos europeos en su rubro. Además, destaca cómo la ideologización también se filtra en agendas de salud, indigenismo o derechos migratorios, bajo el manto de causas nobles.
El informe señala un punto clave: tras el bloqueo de fondos de USAID impulsado por Donald Trump, muchas ONG progresistas latinoamericanas que antes recibían fondos norteamericanos se volcaron hacia Bruselas. La UE pasó a ser el principal financiador de este entramado, justo cuando críticos internos en Europa cuestionan la falta de transparencia en los mecanismos de auditoría de estas transferencias.
Frente a esta situación, algunos países han comenzado a revisar sus marcos normativos. Paraguay sancionó en 2024 una ley de transparencia para ONG financiadas con dinero extranjero, mientras que Perú aprobó una norma que permite sancionar a aquellas organizaciones que litigan contra el Estado usando fondos externos.
Ambas iniciativas fueron presentadas por el CFR como casos a seguir para proteger la soberanía democrática y el equilibrio institucional frente al peso creciente de organizaciones ideologizadas.
📝 NUEVO ESTUDIO: #PinkTide 📝
— Centro de Derechos Fundamentales (@El_Centro_DF) July 17, 2025
1/ Hoy sale nuestro informe: “La marea rosa de la ayuda europea: cómo Bruselas subvenciona las ONGs woke en Iberoamérica”. La Unión Europea (UE) otorgó €939.5 millones en subvenciones a ONGs de la región a lo largo de la última década. El estudio… pic.twitter.com/I9NE7z7chV
Aunque el informe tiene un tono crítico y claro sesgo conservador, sus datos ofrecen una mirada imprescindible sobre un fenómeno opaco: la utilización de la ayuda internacional para moldear agendas culturales en países en desarrollo. En tiempos donde la opinión pública está cada vez más atenta al origen y destino de los fondos públicos, el informe invita a abrir un debate urgente: ¿qué papel debe jugar Europa en el rumbo interno de las democracias latinoamericanas?