
La provincia de Buenos Aires removió a 24 oficiales superiores de la Policía bonaerense luego de una investigación interna por presunta participación en actividades políticas en favor del excomisario Maximiliano Bondarenko, actual candidato de La Libertad Avanza (LLA) a diputado provincial por la Tercera Sección Electoral.
La medida se originó tras una denuncia anónima, que apuntaba a un entramado de uniformados que utilizaban oficinas y recursos del Estado para planificar la campaña política de Bondarenko. Según el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el grupo elaboraba “medidas urgentes” para intervenir internamente en la conducción policial.
El escándalo se intensificó tras conocerse que varios de esos efectivos asistieron a un asado en la vereda con Bondarenko, lo que fue interpretado como expresión pública de apoyo político. El encuentro se viralizó en redes y fue uno de los disparadores de la investigación interna.
Según fuentes oficiales, se encontraron material probatorio como chats, archivos, reuniones documentadas y planes de acción para desplazar al comando policial vigente. Todo esto fue interpretado como un intento de “golpe al comando institucional” dentro de la fuerza.
Frente a ello, la Auditoría de Asuntos Internos actuó de inmediato y todos los involucrados fueron pasados a disponibilidad preventiva, mientras continúa la investigación judicial correspondiente.
El gobernador Axel Kicillof respaldó la medida y pidió que se respeten las normas institucionales: “Hay leyes que respetar”, afirmó al ser consultado sobre el hecho.
Por su parte, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defendió públicamente a los policías desplazados y criticó la medida como una “persecución política”. A través de sus redes, cuestionó al gobierno provincial por avanzar sobre efectivos que, según ella, están siendo sancionados por motivos ideológicos y no por violaciones legales.
Bondarenko, quién respondía políticamente a Sebastián Pareja, se convirtió esta semana en una figura clave del armado libertario en la provincia. Su candidatura fue una decisión central del espacio para disputar territorio en la Tercera Sección Electoral, un bastión peronista con casi 5 millones de votantes.
El episodio expone no solo conflictos internos en la Policía bonaerense, sino también las tensiones entre los poderes provinciales y la incursión de figuras libertarias en territorios dominados por el kirchnerismo. La polémica promete tener extensión en los próximos días, con posibles presentaciones judiciales y declaraciones cruzadas en plena campaña.