
Una nueva escalada de tensión sacude el Sudeste Asiático: Tailandia y Camboya se enfrentaron militarmente en su frontera común, dejando al menos 12 muertos y decenas de heridos y evacuados. A la crisis se sumó un insólito incidente: el presidente camboyano divulgó sin querer mapas estratégicos del ejército en redes sociales, generando perplejidad internacional.
Todo comenzó el 23 de julio, cuando un soldado tailandés resultó gravemente herido al pisar una mina en el área del Triángulo Esmeralda, zona en disputa entre ambos países desde principios del siglo XX. Tailandia acusó a Camboya de colocar artefactos explosivos recientes, mientras que Phnom Penh aseguró que eran restos de conflictos anteriores.
Las acusaciones mutuas pronto escalaron. El 24 de julio, artillería camboyana disparó contra posiciones tailandesas, y Tailandia respondió con ataques aéreos mediante cazas F-16. El enfrentamiento dejó al menos 11 civiles tailandeses y un soldado camboyano muertos, además de daños en un hospital, una estación de servicio y viviendas.
Según el Ministerio de Defensa tailandés, los bombardeos fueron "cirúrgicos y selectivos". En cambio, Camboya denunció ante la ONU una "agresión deliberada" y solicitó una sesión urgente del Consejo de Seguridad. Ambos países retiraron a sus embajadores y cerraron pasos fronterizos clave.
En medio de la crisis, el presidente camboyano Hun Manet publicó en su página oficial de Facebook una serie de fotografías junto a mapas detallados de despliegues militares. Aunque el posteo fue eliminado rápidamente, capturas del mismo circularon por redes sociales y medios internacionales. Expertos en seguridad señalan que podría haberse tratado de una filtración accidental, producto de una estrategia de comunicación militar poco controlada.
Aunque el error no generó consecuencias inmediatas en el terreno, exhibió la fragilidad del aparato institucional en tiempos de guerra y despertó cuestionamientos internos en Camboya sobre el manejo de la información sensible.
La disputa entre ambos países se remonta al período colonial, cuando la frontera fue trazada por Francia sin acuerdo mutuo. El templo de Prasat Ta Muen Thom y otros enclaves religiosos han sido escenario de enfrentamientos intermitentes, incluyendo escaramuzas en 2008 y 2011. Aunque la Corte Internacional de Justicia falló en 2013 a favor de Camboya en parte del territorio, el conflicto no ha sido resuelto del todo.
Según analistas del sudeste asiático, la militarización de la zona y la falta de mecanismos bilaterales de resolución alimentan una espiral de tensión que puede estallar con cualquier chispa local.
El presidente de camboya se quiso hacer el chad
— ElBuni (@therealbuni) July 24, 2025
Como que esta dirigiendo la guerra contra tailandia
y terminó filtrando todos los planos del ejército en Facebook 🐐🐐 pic.twitter.com/x4jZ1YJAUe
El episodio pone en evidencia cómo conflictos fronterizos no resueltos pueden derivar en tragedias humanas cuando no existen canales diplomáticos eficaces. El rol de las redes sociales, lejos de facilitar la transparencia, expuso vulnerabilidades que podrían tener consecuencias estratégicas.
Aunque la ONU y países vecinos como Malasia y China llamaron a la calma, la situación sigue siendo volátil. Lo que ocurra en los próximos días podría determinar si se trata de una crisis pasajera o del inicio de una nueva etapa de conflicto prolongado en la región.