
El ministro de Infraestructura y Movilidad de la Ciudad de Buenos Aires, Pablo Bereciartua, hizo un alto en su agenda y visitó los estudios de NewsDigitales. Durante la entrevista, el funcionario porteño contó detalles de la futura línea de subtes que unirá Barracas con Palermo, y explicó porqué es necesaria otra línea de subterráneos.
También hizo referencia a la nueva polémica que se generó con los vecinos de la zona en torno al cierre del puente de la calle Ciudad de la Paz, que une Palermo con Belgrano y Colegiales, el cual será reemplazado por otro más moderno.
“La línea F es la obra de infraestructura más grande de la Argentina. Es una obra de aproximadamente USD 2000 millones y ya hicimos un llamado a manifestación de interés internacional, que es lo que corresponde para que haya jugadores del mundo, que son los que hacen subtes en el mundo”, señaló Bereciartua en su charla con NewsDigitales.
En este sentido, el ministro aseguró que unas 30 empresas se interesaron en el proyecto, entre ellas, Samsung, que fue quién construyó el subte en Riad, la capital de Arabia Saudita que tiene unos 176 km de extensión. Más adelante, Bereciartua adelantó que en los próximos tres meses se conocerán los pliego para el llamado a licitación y que en nueve más, se conocerá el ganador. Estimamos que a fines del año que viene estaremos dando inicio a las obras y creemos que demorarán unos seis años en finalizar”.
Otro de los temas que se trató en la charla, Bereciartua hizo referencia a la construcción del futuro puente sobre la calle Ciudad de la Paz (ver foto abajo), el cual si bien fue reabierto hace cuatro meses, después de haber estado cerrado casi dos años. Ahora, el puente deberá ser cerrado otra vez para reemplazarlo por otro para que permita el paso de tránsito pesado de manera circunstancial (camiones de bomberos, ambulancias o de recolección de residuos) entre otras prestaciones.
“El puente nuevo ya está diseñado, tendrá la misma estética pero además va a tener varias mejoras. Le vamos a poner sendas peatonales de ambos lados, ciclovías y mayores condiciones de seguridad para el tránsito. Este puente es mejorar ese lugar de
la Ciudad, manteniendo la misma estética, la misma personalidad que hay en ese punto, pero dándonos una vida útil de más de 100 años nuevamente”, aseguró el ministro porteño.
Respecto a los tiempos de obra, Bereciartua aseguró que la obra demandará entre tres y seis meses de ejecución. “Las obras comenzarán el próximo verano”, señaló. Por último, Bereciartua afirmó que este puente “no formará parte de la red de tránsito pesado”.