
Betún y Fatiga, los perros más célebres de la televisión argentina, dejaron una huella imborrable en series como Los Simuladores y Casados con hijos. Mientras el estreno de Superman y la aparición de Krypto reavivan el interés por los canes en la pantalla, es momento de recordar a estos dos hermanos que conquistaron al público con su carisma.
La historia de Betún y Fatiga comenzó gracias a Pampita Montenegro, una estudiante de geología a punto de recibirse que abandonó su carrera para dedicarse a pasear animales. Gracias a este trabajo pudo conectar con el actor Alejandro Fiore (Lampone en Los Simuladores), que le abriría las puertas de la fama para Betún, el primero en brillar frente a las cámaras.
El debut de Betún fue en una publicidad de Telecom, un pequeño papel que marcó el inicio de su carrera. Pronto, su talento para los trucos y su desenvoltura en cámaras ocultas de Marcelo Tinelli lo convirtieron en una estrella en ascenso. Pampita, viendo el potencial de Betún, escribió un guion para una película llamada Can-A, sobre un perro policía, y se lo presentó a Fiore. Este, impresionado por las habilidades del perro, no dudó en hablar con Damián Szifron, creador de Los Simuladores, quien integró a Betún como la mascota de Lampone. De ahí en más, no paró de trabajar.
Cuando la producción de Casados con hijos quiso contar con Betún para el papel de Fatiga, el perro ya estaba comprometido con otro proyecto. Pampita, con mucha astucia, ofreció a Violeta, la hermana de Betún, asegurando que era incluso mejor frente a la cámara. Sin embargo, esto fue pura estrategia: Violeta, rebautizada como Fatiga para la serie, no tenía experiencia ni entrenamiento. No sabía hacer nada. Pero terminó quedándose con el papel que la inmortalizó junto a Guillermo Francella.
Trágicamente, la vida de estos dos íconos caninos tuvo un final prematuro. Violeta, murió a los 9 años en un accidente de tránsito tras escaparse a una ruta. Dos años después, Betún falleció a los 11 años debido a un tumor en el hígado.