Patentes en crisis: la promesa del Gobierno para septiembre

El problema se profundizó en 2023, pero tuvo un punto de quiebre cuando la gestión de Javier Milei intervino la Casa de la Moneda (históricamente a cargo de la fabricación) y avanzó con una serie de medidas que incluyeron el cierre de registros, la detención de aperturas y la eliminación de lo que consideraban “burocracia”.

Para Sebastián Bravo, delegado adjunto de ATE - Capital en Casa de Moneda, el conflicto comenzó cuando “el gobierno decidió cerrar el anexo de Don Torcuato”. Según explicó, “no fueron para nada precavidos. En ese anexo los compañeros fabricaban las chapas, y decidieron cerrarlo de un momento a otro para trasladar la maquinaria a la sede central. Pero hasta que la instalaron pasaron seis meses, y el personal tuvo que sostener la producción como pudo”.

Recién en marzo de este año se adjudicó un contrato de emergencia a la firma privada Tönnjes Sudamericana S.A., por tres meses. Desde entonces, el Gobierno busca recuperar el ritmo de entregas a través de un nuevo esquema de distribución con participación privada, licitaciones públicas y mejoras logísticas.

Entre mayo y julio ya se distribuyeron unas 500 mil chapas, y se prevé alcanzar otras 432 mil en agosto. Además, se introdujeron medidas para transparentar el proceso: desde el 28 de julio, los registros deben informar en 48 horas cuándo las patentes están disponibles, y a partir del 28 de agosto se podrá consultar su estado en línea.

Aunque la normalización fue anunciada como un avance, lo cierto es que el Estado estuvo meses sin respuestas claras. La falta de previsión, sumada al desmantelamiento de estructuras previas sin planificación, generó un cuello de botella que expuso las limitaciones del discurso oficial sobre eficiencia.