
La Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires, una de las más densamente pobladas y de mayor peso político, se prepara para una elección legislativa de alto voltaje.
En los 19 distritos que la integran -entre ellos La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Avellaneda y Almirante Brown- el tablero electoral vuelve a teñirse de una tensión central: el duelo entre el peronismo territorial y una derecha libertaria que, a pesar del desgaste de la gestión nacional, aún conserva tracción electoral.
El Frente Patria, expresión bonaerense del peronismo kirchnerista, buscará revalidar su dominio con una lista encabezada por figuras de peso territorial.
La boleta estará liderada por la actual vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, con fuerte presencia simbólica por parte de la ex jefa comunal de La Matanza, acompañada por Facundo Tignanelli de La Cámpora, Mayra Mendoza, actual intendente de Quilmes y Mariano Cascallares de Almirante Brown.
Se suman a la estrategia de "jugar fuerte" la elección los intendentes que decidieron encabezar las listas de concejales en sus respectivos distritos, tal es el caso de Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso), entre otros.
La estrategia del peronismo combina el despliegue territorial de los intendentes con una campaña más emocional y simbólica, con fuerte alusión a la “resistencia” contra el ajuste libertario. Defendiendo la obra pública y mostrando a la seguridad desde una perspectiva de integración social.
La Libertad Avanza presenta una lista encabezada por el excomisario y concejal de Florencio Varela, Maximiliano Bondarenko, con experiencia en seguridad y fuerte retórica contra "la casta política".
Lo acompaña María Sotolano diputada nacional del PRO, Luis Ontiveros de LLA en La Matanza; la legisladora Florencia Retamoso vinculada a Patricia Bullrich y el secretario de Culto y Civilización de la Nación, Nahuel Sotelo.
El discurso libertario combina críticas al gasto público y la “maquinaria peronista” con promesas de reforma del Estado, baja de impuestos, y endurecimiento del control policial en el Conurbano.
Sin figuras reconocidas a nivel municipal, el mileísmo apuesta a nacionalizar la elección con la figura de Javier Milei como eje de campaña, apelando al voto bronca que los llevó al triunfo presidencial. Su desafío es la falta de estructura local y el desencanto de parte de sus votantes ante el ajuste.
Por fuera de la polarización, Somos Buenos Aires (coalición entre radicales, vecinalismos y exaliados de Juntos por el Cambio) lleva a Pablo Domenichini como candidato. Se presenta como una opción de “centro democrático y responsable” que intenta captar el voto de sectores medios desencantados con el kirchnerismo y el mileísmo.
El Frente de Izquierda – Unidad (FIT‑U) vuelve a competir con una lista encabezada por Nicolás del Caño, en representación de un espacio que históricamente mantiene una base militante en distritos como Avellaneda, Lanús y La Matanza. Su campaña denuncia el ajuste del Gobierno nacional y la complicidad del peronismo, y plantea una salida socialista con eje en los trabajadores.
La Tercera Sección Electoral define no solo intendencias sino 18 bancas clave en la Legislatura bonaerense. Con un peronismo territorial fortalecido pero enfrentado a un Gobierno nacional que busca disputar poder en su propio territorio, y con una oposición dividida, el resultado en esta sección será una muestra anticipada del reordenamiento político que se viene.