02/08/2025 - Edición Nº907

Entretenimiento

Hollywood

La increíble anécdota de Man on the Moon, la película que enloqueció a Jim Carrey

26/07/2025 | Anastas Michos fue el director de fotografía de esta producción inspirada en la vida de Andy Kaufman.


por Fede Carestía


Man on the Moon, la película de 1999 dirigida por Milos Forman y basada en la vida del excéntrico comediante Andy Kaufman, es recordada no solo por su impacto artístico, sino también por la intensidad con la que Jim Carrey se sumergió en el papel. Carrey, en la cima de su carrera tras éxitos como Ace Ventura y antes de protagonizar El Grinch, adoptó un enfoque extremo, permaneciendo en el personaje de Kaufman desde el primer día de rodaje. Anastas Michos, el director de fotografía, resumió la experiencia con una frase reveladora: “No conozco a Jim como ser humano. Conozco al actor interpretando al papel”

El rodaje comenzó con un incidente que marcó el tono de la producción. El primer día, Carrey llegó tarde al set en Universal Studios, conduciendo un camión de helados desde Malibú en un trayecto que le tomó casi tres horas, cuando normalmente lleva poco más de una. Al llegar, se negó a empezar hasta que los aproximadamente 100 miembros del equipo cantaran una canción y comieran un helado, obligando a todos a participar en su improvisada performance. Este acto, aunque excéntrico, fue solo el comienzo de un comportamiento impredecible que incluyó encerrar a Danny DeVito en su tráiler al bloquear la puerta con un auto y abandonar el set por el resto del día, dejando al equipo en un estado de confusión.

El estrés del rodaje tuvo un impacto físico y emocional en el equipo, particularmente en Michos, quien perdió 12 kilos debido a la intensidad de esta filmación. La complejidad del personaje de Kaufman, conocido por su humor subversivo y sus actuaciones impredecibles, exigía un nivel de compromiso que Carrey llevó al extremo, generando tanto momentos de genialidad como tensiones en el set. Milos Forman, el director, llegó a confesarle a Michos que no estaba seguro de qué película estaban haciendo.

A pesar de los desafíos, Carrey también tuvo gestos generosos que reflejaban su intención de crear un ambiente único. En un momento del rodaje, alquiló un parque de diversiones para que el equipo y sus familias disfrutaran de un día de diversión. Man on the Moon no solo capturó la esencia del legado de Andy Kaufman, sino que también se convirtió en una anécdota legendaria sobre los límites de la actuación de método. La dedicación de Carrey, documentada más tarde en el detrás de escena Jim & Andy: The Great Beyond, reveló cómo su transformación trascendió la actuación para convertirse en una experiencia casi mística.