10/09/2025 - Edición Nº946

Internacionales

Tensión interna

Francia Márquez y su revelación sobre exclusión política en Colombia

27/07/2025 | La vicepresidenta rompió el silencio y cuestionó el trato desigual, afirmando que su lucha por la dignidad ha sido malinterpretada como rebeldía.



La vicepresidenta Francia Márquez ha lanzado una de sus declaraciones más contundentes desde que asumió el cargo en 2022. En una entrevista reciente, rompió el silencio sobre el trato que ha recibido dentro del gobierno del presidente Gustavo Petro, señalando una dinámica de exclusión, desdén y racismo institucional. "Ejercer la dignidad no es conspirar", afirmó, tras meses de especulaciones sobre su rol relegado dentro del Ejecutivo.

El testimonio de Márquez destapa tensiones internas en la cúpula del poder colombiano. Aunque forma parte formal del gobierno, ha sido apartada de decisiones clave y, en algunos casos, ignorada incluso por el presidente. La vicepresidenta recalcó que su compromiso con los pueblos afrodescendientes e históricamente marginados ha sido tratado como un estorbo por sectores que esperan obediencia y silencio.

Discurso firme, presencia invisibilizada

A pesar de su popularidad entre sectores sociales y su visibilidad internacional, Francia Márquez ha sido sistemáticamente excluida de debates y anuncios de políticas fundamentales, según ella misma reveló. El silencio del presidente Petro ante estos reclamos ha sido interpretado por analistas como una falta de respaldo explícito.

La vicepresidenta también señaló que su insistencia en hablar desde lo colectivo, desde su condición de mujer negra y de origen popular, ha sido minimizada como si se tratara de una agenda personal. En sus palabras, "la resistencia no siempre cabe en los salones del poder", una frase que resume su incomodidad estructural dentro de la Casa de Nariño.

Agenda racial e incomodidad del poder

El testimonio de Márquez no solo apunta a diferencias de estilo, sino a una fractura ideológica dentro del gobierno progresista. Mientras Petro ha buscado articular mayorías desde la gobernabilidad clásica, Márquez ha mantenido una postura de transformación radical desde los márgenes sociales. Esa tensión ha generado roces con el gabinete y con sectores tradicionales del petrismo.

Varios analistas interpretan que esta distancia responde también a la incomodidad que provoca una mujer negra que no se subordina al molde tecnocrático ni al simbolismo decorativo. Francia Márquez no solo ha cuestionado el racismo estructural del país, sino que ha confrontado directamente las lógicas de poder que lo reproducen incluso dentro de gobiernos de izquierda.

Reacciones y consecuencias políticas

Las declaraciones generaron reacciones inmediatas. Mientras figuras del petrismo salieron a suavizar la situación o a relativizar sus dichos, sectores sociales, liderazgos afro y feministas salieron a respaldarla públicamente. El episodio marca un punto de inflexión que podría profundizar la crisis de cohesión dentro del Ejecutivo.

Se estima que la postura de Márquez fortalece su perfil autónomo de cara al 2026, incluso si eso implica tensar su relación con Petro. Algunos ven en sus palabras una declaración de independencia simbólica, con posibilidades futuras de disputar espacios de poder más allá del petrismo.

Campo de batalla 

El pronunciamiento de Francia Márquez introduce un nuevo nivel de complejidad en la política colombiana. Su denuncia no se limita a un reclamo personal, sino que revela fallas estructurales en la inclusión real dentro de proyectos progresistas. Cuando la diversidad no se traduce en poder efectivo, se convierte en una forma sofisticada de exclusión.

Lo que está en juego no es solo el lugar de Márquez en el gobierno, sino el modelo de gobernabilidad que Petro pretende consolidar. La tensión entre representación simbólica y transformación real podría definir el legado del primer gobierno de izquierda en la historia reciente de Colombia.