
Una operación diplomática entre Estados Unidos, Venezuela y El Salvador provocó reacciones en distintos países, tras conocerse que Dahud Hanid Ortiz, condenado por un triple asesinato en Madrid en 2016, fue incluido en un intercambio de prisioneros promovido por Washington. Según el gobierno venezolano, fueron las autoridades estadounidenses quienes solicitaron su incorporación a la lista de liberados, pese a no figurar como preso político.
Ortiz, exmarine nacido en Caracas y con nacionalidad estadounidense, fue condenado en enero de 2024 por el homicidio de dos mujeres cubanas y un hombre ecuatoriano, cometido en un despacho de abogados en la capital española. El crimen fue atribuido a una motivación personal vinculada a un malentendido con su exesposa.
El intercambio se concretó el 19 de julio, cuando EE.UU. recuperó a 10 ciudadanos detenidos en Venezuela, la mayoría considerados presos políticos. La inclusión de Ortiz no fue comunicada previamente al gobierno español ni a los familiares de las víctimas. La fiscalía venezolana lo había condenado a 30 años por homicidio calificado, con agravantes.
El dirigente venezolano Diosdado Cabello declaró que la petición de liberar a Ortiz vino de Estados Unidos, y que se mencionaron denuncias de tortura como justificación. Desde Washington, un portavoz del Departamento de Estado afirmó que “ya no quedan estadounidenses injustamente detenidos en Venezuela”, sin referirse específicamente al caso de Ortiz.
El abogado Víctor Joel Salas, quien era el objetivo original del ataque de Ortiz, lamentó la decisión y la calificó como un acto de “impunidad diplomática”. Las familias de las víctimas también expresaron su desconcierto. El Ministerio de Asuntos Exteriores español pidió explicaciones a Estados Unidos.
Ortiz fue detenido en 2018 en Venezuela, tras haber huido de España y pasar por Alemania. La falta de un tratado de extradición con Caracas impidió su devolución a territorio español. El juicio se llevó a cabo en Venezuela, y comenzó a cumplir su condena a principios de 2024.
Su traslado a Texas se dio como parte de un acuerdo que incluyó también la liberación de 252 venezolanos detenidos en El Salvador, en su mayoría vinculados al Tren de Aragua. Este aspecto agregó complejidad al intercambio diplomático y provocó discusiones sobre los alcances de este tipo de acuerdos.
Dahud Hanid Ortiz, a former U.S. Marine convicted of a triple homicide in Spain, was among 10 Americans repatriated in exchange for 250 Venezuelans held in El Salvador. https://t.co/b995YruPmM
— Newsweek (@Newsweek) July 23, 2025
Organizaciones como Foro Penal indicaron que Ortiz no era considerado preso político y no figuraba en ninguna lista de prisioneros de conciencia. Solo nueve de los diez liberados tenían ese reconocimiento. Este punto generó debate sobre los criterios utilizados para definir a los beneficiarios de los acuerdos.
El episodio reabre el debate sobre los límites entre negociación diplomática y principios judiciales. La falta de comunicación previa con el país donde ocurrió el crimen y la inclusión de un condenado por asesinato generan tensiones en el marco de las relaciones multilaterales.
Queda pendiente una mayor claridad sobre los criterios empleados por EE.UU. al solicitar repatriaciones, especialmente en casos sensibles. La transparencia y el respeto a los procedimientos judiciales son elementos clave para mantener la confianza internacional en este tipo de mecanismos.