
Una perforación realizada por la empresa Central European Petroleum (CEP) ha dado con el que ya es considerado el mayor yacimiento de petróleo convencional en la historia de Polonia. El pozo, denominado Wolin East 1, se encuentra a unos 6 kilómetros mar adentro del puerto de Świnoujście, en aguas someras del mar Báltico. La operación, que comenzó como una exploración de rutina, ha desatado un sismo energético en Europa Central.
El hallazgo incluye 22 millones de toneladas de crudo y condensado recuperables, equivalentes a aproximadamente 150 millones de barriles, junto con 5.000 millones de metros cúbicos de gas natural comercializable. En conjunto, estas cifras superan la mitad de las reservas nacionales actuales y podrían cambiar radicalmente el mapa energético de la región.
Según datos de 2023, Polonia contaba con 20,2 millones de toneladas de petróleo comprobadas, por lo que el nuevo descubrimiento permitiría más que duplicar su capacidad extractiva actual. En un contexto donde la dependencia de energía rusa se ha vuelto un riesgo estratégico, el potencial de autoabastecimiento resulta clave para el gobierno de Varsovia.
Además, el yacimiento se suma al objetivo polaco de convertirse en un hub energético del Este europeo, lo que le daría más peso dentro de la Unión Europea en temas de negociación de suministro y seguridad.
CEP, una compañía canadiense con participación noruega, obtuvo en 2017 una concesión de 593 kilómetros cuadrados, de la cual el pozo Wolin East es apenas el inicio. El pozo fue perforado hasta una profundidad de 2.715 metros, utilizando una plataforma tipo jack-up sobre aguas de apenas 9,5 metros.
La exploración reveló una columna de hidrocarburos de 62 metros en una formación dolomítica, con propiedades técnicas consideradas “excepcionales”. Expertos han declarado que la calidad del reservorio está por encima del estándar europeo, lo que podría facilitar su explotación en términos de costo y rendimiento.
No obstante, la explotación no está exenta de controversia. El Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) ha advertido sobre los riesgos ecológicos que podría tener la actividad petrolera frente a las costas turísticas del mar Báltico. Se menciona el posible impacto en el ecosistema y en actividades como la pesca o el turismo.
A ello se suma el cuestionamiento de que este tipo de proyectos contravienen los compromisos climáticos de descarbonización, tanto de Polonia como de la UE. A pesar de los beneficios económicos potenciales, varios sectores sociales y científicos piden una discusión pública antes de iniciar la explotación comercial.
Aunque aún no se han iniciado actividades de extracción a gran escala, CEP considera que el bloque podría contener hasta 33 millones de toneladas de petróleo y 27.000 millones de metros cúbicos de gas, lo que convertiría a la zona en una de las más prolíficas de Europa.
La decisión final dependerá de estudios de factibilidad ambiental y económica, pero el gobierno polaco ya ha dejado entrever su interés estratégico en convertir el hallazgo en un activo nacional. La transición hacia la energía verde podría convivir, al menos temporalmente, con este nuevo impulso petrolero.
🔴 Polonia descubre el mayor yacimiento de petróleo de su historia y uno de los más grandes de Europa: "Es un punto de inflexión"
— elEconomista.es (@elEconomistaes) July 22, 2025
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El descubrimiento del yacimiento Wolin East representa una oportunidad única para Polonia, tanto en términos económicos como geopolíticos. Si las estimaciones se confirman, el país podría avanzar hacia una mayor soberanía energética, reduciendo su exposición a mercados volátiles e inestables.
Sin embargo, los desafíos ambientales y los compromisos climáticos obligan a reflexionar sobre el modelo de desarrollo energético a seguir. La gestión de este hallazgo debería conjugar rentabilidad, sostenibilidad y consenso social.