
Las autoridades de Estados Unidos emitieron una orden de incautación total sobre la pesca capturada por el buque chino Zhen Fa 7, tras confirmar evidencias de trabajo forzado, violencia sexual, aislamiento extremo y condiciones de esclavitud moderna durante sus operaciones en el Atlántico Sur, frente a la Patagonia argentina.
La medida, oficializada a finales de mayo bajo una "Withhold Release Order", implica que toda la mercancía del buque quedará retenida en los puertos estadounidenses, a menos que se demuestre que fue obtenida sin violaciones a los derechos humanos. La orden se enmarca en una ofensiva más amplia de la aduana estadounidense contra el trabajo esclavo en la industria global de productos marinos.
El caso del Zhen Fa 7 ha sido documentado por investigaciones periodísticas y organizaciones de derechos humanos, como The Outlaw Ocean Project, que denunciaron un entorno laboral de abuso físico y psicológico sistemático a bordo del buque. Uno de los informes confirmó incluso la muerte de un tripulante por malnutrición y violencia, sumando evidencias de trato inhumano y encierro prolongado.
El barco se dedicaba a la pesca de calamar frente a aguas argentinas, y había operado en esa zona hasta mediados de 2025. El patrón de conducta detectado incluye largas jornadas sin descanso, amenazas, control absoluto de los movimientos del personal y ausencia total de protecciones laborales.
La incautación representa un precedente contundente contra la flota pesquera internacional, particularmente la de origen chino, que ha sido señalada en múltiples ocasiones por sus prácticas abusivas y depredatorias. La orden emitida por EE.UU. no solo tiene consecuencias comerciales: también refuerza la presión diplomática sobre China en materia de derechos humanos.
Los importadores que deseen ingresar mercancía del Zhen Fa 7 a Estados Unidos deberán ahora probar fehacientemente que los productos fueron obtenidos sin trabajo esclavo. De lo contrario, enfrentarán la destrucción de la mercadería o su devolución al país de origen.
El dato de que el buque haya estado pescando hasta hace poco frente a las costas de la Patagonia argentina encendó alertas en el país sudamericano. Aunque el Zhen Fa 7 habría operado fuera de aguas jurisdiccionales argentinas, la presencia de flotas extranjeras en el límite de la zona económica exclusiva ha sido objeto de críticas frecuentes por parte de expertos marítimos y sectores ambientalistas.
Este episodio podría reavivar los reclamos sobre la necesidad de fortalecer la vigilancia y la regulación de las actividades pesqueras extranjeras en la región sur del Atlántico, además de impulsar debates sobre la trazabilidad de los productos del mar que llegan al mercado argentino e internacional.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ordenó la incautación de todos los productos de mar capturados por el Zhen Fa 7, un barco potero chino que pescó en Mar Argentino, https://t.co/4O3es2Ip7R
— mavica (@mavica7) July 22, 2025
La incautación de la pesca del Zhen Fa 7 visibiliza uno de los rostros ocultos de la globalización comercial: la explotación humana en alta mar. Este caso evidencia los vacíos legales, la falta de fiscalización efectiva y la vulnerabilidad extrema de los trabajadores migrantes en la industria pesquera.
La decisión de EE. UU. constituye un llamado de atención global sobre la necesidad de garantizar derechos laborales incluso más allá de las costas, donde muchas veces imperan la impunidad y el silencio.