31/07/2025 - Edición Nº905

Internacionales

Tensión diplomática

Medvedev desafía a Trump por su ultimátum: ¿escalada inminente?

28/07/2025 | Medvedev critica el nuevo ultimátum de Trump a Rusia y advierte que podría escalar el conflicto con EE.UU.



El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso y expresidente, Dmitry Medvedev, respondió este domingo al nuevo ultimátum lanzado por Donald Trump contra Moscú en el contexto del conflicto con Ucrania. A través de un mensaje publicado en la red social X, Medvedev advirtió que las presiones reiteradas por parte de Washington podrían derivar no solo en un escalamiento militar en Europa del Este, sino en un conflicto directo entre Rusia y Estados Unidos.

"Trump está jugando al juego del ultimátum con Rusia: 50 días o 10... Debería recordar dos cosas: 1. Rusia no es Israel ni siquiera Irán. 2. Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, sino con su propio país. No sigas el camino de Sleepy Joe", escribió el funcionario ruso, utilizando el apodo peyorativo que Trump emplea para referirse al presidente Joe Biden.

Un plazo más estricto desde Washington

La declaración de Medvedev surge luego de que Trump redujera el plazo original de 50 días a solo 10 o 12 días para que Rusia alcanzara avances concretos hacia un alto el fuego en Ucrania, bajo amenaza de nuevas sanciones económicas y eventuales aranceles comerciales. El anuncio fue hecho por el mandatario durante una gira en el Reino Unido y fue interpretado como una intensificación de su postura frente al Kremlin.

Fuentes cercanas a la campaña republicana afirman que Trump busca enviar una señal de firmeza, diferenciándose tanto de la gestión de Biden como de la tibieza que, según él, ha caracterizado a algunos aliados europeos. No obstante, la reacción rusa revela que el mensaje fue recibido como una provocación directa.

Advertencias de escalada

En semanas recientes, Medvedev ha emitido varios mensajes con tono severo hacia Occidente. En una entrevista con medios rusos, el funcionario afirmó que Rusia debería estar preparada para golpes preventivos si la OTAN o Estados Unidos elevan su intervención en Ucrania. Si bien el Kremlin no ha adoptado formalmente esa doctrina, el discurso de Medvedev suele anticipar movimientos estratégicos o marcar líneas rojas en nombre de Moscú.

Desde el gobierno ruso, sin embargo, la reacción fue matizada. Voceros del Ministerio de Relaciones Exteriores afirmaron que "se analizará cuidadosamente" la nueva postura de Trump, pero evitaron dar por roto el canal diplomático. Algunos analistas sostienen que la declaración de Medvedev busca contener la presión interna sin cerrar puertas a una eventual negociación.

Impacto geopolítico

La respuesta de Medvedev se suma a un escenario internacional en tensión creciente, donde Rusia enfrenta presiones no solo en el frente militar, sino también en el financiero y comercial. En paralelo, Estados Unidos también ha elevado el tono frente a China e Irán, lo que genera inquietud sobre una posible estrategia global de confrontación múltiple.

Distintos gobiernos europeos han preferido mantenerse cautelosos frente al cruce entre Trump y Medvedev. Voceros de la Unión Europea indicaron que "toda acción que reduzca los tiempos de negociación y aumente la retórica hostil pone en riesgo la estabilidad regional". El gobierno ucraniano, por su parte, ha evitado comentar directamente las amenazas cruzadas, pero señaló que espera "señales coherentes de respaldo a la soberanía del país".

Un juego diplomático de alto riesgo

Aunque se trate de declaraciones unilaterales y sin carácter oficial, los mensajes de Trump y Medvedev se inscriben en una lógica de advertencias que complica los esfuerzos de distensión. Observadores internacionales advierten que los ultimátums unilaterales, lejos de generar soluciones, podrían bloquear los canales de diálogo existentes.

Por ahora, no se esperan respuestas inmediatas desde Washington más allá de los pronunciamientos de campaña. Sin embargo, la próxima semana podría ser clave: se esperan consultas entre el Pentágono, el Departamento de Estado y aliados de la OTAN para definir si se acompaña el tono de Trump o si se mantiene una estrategia diplomática de presión gradual.