31/07/2025 - Edición Nº905

Judiciales

Un misterio sin resolver

Un hallazgo inesperado reabre interrogantes sobre la masacre de La Payanca

29/07/2025 | Un vecino encontró un rifle enterrado en un galpón de la estancia donde hace 33 años asesinaron a seis personas.



Treinta y tres años después de uno de los crímenes rurales más impactantes de la historia argentina, la estancia La Payanca vuelve a ser noticia. Es que un vecino de General Villegas halló un arma larga enterrada en un galpón del predio donde, en mayo de 1992, seis personas fueron brutalmente asesinadas. Aunque las autoridades judiciales todavía no confirmaron una conexión directa con el caso, el descubrimiento renovó las expectativas de familiares y vecinos, que nunca abandonaron el reclamo de justicia.

El hallazgo ocurrió el pasado 16 de julio. El joven, de 28 años, había sido autorizado para recolectar leña en el predio. Según su testimonio, removía escombros en busca de pichones de búhos cuando se topó con los restos de una caja de madera enterrada. Dentro, protegida por la estructura, apareció un arma de fuego de largo alcance. El vecino la entregó a la policía y declaró que siempre le interesó el caso: “Siempre me interesó lo que pasó en La Payanca, como a tantos otros”, dijo al medio Noticias en el Face, aunque prefirió mantenerse en el anonimato “hasta ver cómo se desarrolla la situación”.

El arma fue encontrada en uno de los galpones principales del casco rural, en un sector que no había sido intervenido durante las primeras etapas de la investigación judicial. En una declaración llamativa, una fuente policial confirmó que el arma presentaba reparaciones caseras: el vecino le habría colocado alambre para unir la culata de madera al resto del fusil, antes de entregarla.

Así se encuentra la estancia La Payanca a 33 años de la masacre. 

Desde el hallazgo, la escena del crimen volvió a ocupar la atención pública. El 1° de mayo de 1992, seis personas fueron encontradas asesinadas en distintos sectores de la estancia: María Esther “Chila” Acheriteguy (46), dueña de La Payanca; su hijo José Luis “Cascote” Gianolio (22); el tractorista Eduardo Gallo; el albañil Hugo Omar Reid; el changarín Francisco Luna, hallado en un galpón; y Alfredo Raúl Forte, cuyo cuerpo apareció a más de un kilómetro del casco. En la escena también se encontraron dos gatos muertos con las colas cruzadas, un detalle que nunca fue explicado.

El crimen fue descubierto por un vecino que advirtió comportamientos extraños en el campo: animales sueltos, vehículos abandonados y un silencio inhabitual. La policía, sin embargo, tardó una semana en acudir al lugar. Cuando finalmente ingresaron, se toparon con un cuadro de extrema violencia: cuerpos golpeados, baleados y esparcidos por el predio.

A lo largo de tres décadas, la investigación judicial no logró identificar ni a los autores materiales ni a los instigadores del crimen. No hubo detenidos, y hasta este mes nunca se había encontrado un arma relacionada con los hechos. Pese a la magnitud del caso, la causa sigue impune. Los familiares de las víctimas mantuvieron viva la memoria a través de Marchas del Silencio, pero el expediente se convirtió en un símbolo de frustración judicial.

Frente a este nuevo descubrimiento, un funcionario vinculado a la causa original fue cauto: “Los calibres y armas utilizadas no coinciden con la encontrada días atrás”, declaró. Aun así, la fiscalía evalúa si el arma puede ser sometida a peritajes que revelen información relevante.

 

Relacionadas
Más Noticias