
Tras la renuncia del presidente del Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (SENASA), Pablo Cortese, ya comenzaron a sonar los nombres para la sucesión. En este caso, es un sola candidata: Beatriz “Pilu” Giraudo, exvicepresidenta del INTA y expresidenta y referente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID).
Si bien esta designacion no fue confirmada oficialmente, en distintos medios se confirmó que la referente de AAPRESID encabezará el organismo sanitario. Al momento de redactar estas líneas, en la web del SENASA Cortese sigue figurando como presidente.
Según pudo reconstruir este medio, el clima entre el personal del organismo sanitario es de total incertidumbre. “Nadie esperaba lo de Cortese, es un hombre de la casa y 100% profesional”, explicó una fuente que conoce el día a día del SENASA.
Con respecto a la designación de la nueva presidenta -que si bien en algunos medios ya se dio por hecha, no hay confirmación oficial- esta fuente advirtió que “acá solo corren rumores, y todo indica que Giraudo es número puesto. De ahí para abajo, nadie sabe qué otros cambios pueden darse”.
Más allá de su paso por la presidencia -no llegó al año de gestión- Cortese acredita una trayectoria de 30 años en el organismo sanitario. Su renuncia -que trascendió ayer- se produce en el contexto de una escalada de tensión, vinculada a la importación de vacunas contra la fiebre aftosa.
En este conflicto, sintió bien de cerca la presión del Gobierno para agilizar las importaciones de las vacunas, sobre todo en la figura del mInistro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
Se trata de un reclamo de larga data de los productores ganaderos, que ven como en otros países se paga una cifra sensiblemente menor por el mismo producto.
A este frente de conflicto, se sumaron otros temas no resueltos que terminaron de dinamitar la gestión de Cortese, como fue la licitación fallida de la trazabilidad electrónica para el rodeo bovino y el conflicto que se generó por la apertura de la barrera sanitaria en el sur argentino.
Este último punto no fue para nada menor. En marzo, el Gobierno anunció la medida y la reacción de los gobernadores de la Patagonia, la industria frigorífica y los productores no se hizo esperar.
En este contexto, el SENASA prorrogó dos veces la medida y hasta el momento, los resultados no fueron los esperados: uno de los temores de los ganaderos patagónicos se hizo realidad y Chile frenó las compras de carne argentina, hasta que se aclare el panorama sanitario. A todo esto, se debe sumar las polémicas por la reestructuración del organismo y recortes del personal.