31/07/2025 - Edición Nº905

Internacionales

Soberanía extractiva

Ghana centraliza su oro: la estrategia detrás de la prohibición a extranjeros

30/07/2025 | Ghana prohíbe a extranjeros operar en el oro artesanal y centraliza la venta en el GoldBod para frenar el contrabando.



Ghana ha dado un giro radical en su política minera al prohibir a los extranjeros participar en la compraventa de oro proveniente de la minería artesanal y de pequeña escala. La medida, que comenzó a regir el 1 de mayo de 2025, establece que solo el Ghana Gold Board (GoldBod) puede adquirir, comercializar, certificar o exportar ese mineral, centralizando toda la operación bajo control estatal.

La iniciativa surge como respuesta a los graves daños ambientales y económicos provocados por el auge de la minería ilegal, conocida localmente como galamsey. Esta actividad ha contaminado ríos, generado deforestación masiva y facilitado el contrabando sistemático de oro, generando pérdidas fiscales estimadas en miles de millones de dólares anuales.

Una nueva institucionalidad minera

El GoldBod, creado por ley en marzo y formalizado en abril, centraliza todas las operaciones relativas al oro artesanal. Esta entidad supervisa la producción, certifica la procedencia, fija precios y canaliza la exportación, eliminando intermediarios. El gobierno ha instruido a todos los agentes extranjeros a retirarse del mercado local de oro antes del 30 de abril.

La medida busca no solo frenar el saqueo de recursos, sino también fortalecer las reservas en moneda extranjera del país. Ghana es uno de los principales productores de oro del continente, pero sus ingresos efectivos han estado lejos del potencial real debido a la fuga del mineral.

Alza del oro, auge del contrabando

El contexto global también ha jugado un rol clave. Con precios que superan los 3.200 dólares la onza, la presión sobre las reservas auríferas se intensificó. El oro se convirtió en una fuente rápida de ingresos para estructuras ilegales con capacidad de exportación paralela. La decisión de Ghana, en ese sentido, marca un corte con la desregulación previa.

El plan no se limita a excluir a los extranjeros. El gobierno también implementó reformas regulatorias: redujo la duración de las licencias mineras, creó una nueva categoría para explotación de mediana escala, y obligó a las empresas a invertir parte de sus ingresos en desarrollo comunitario. Además, se eliminó la renovación automática de licencias sin cumplimiento de estándares ambientales y sociales.

La idea es crear un modelo de minería sostenible, con mayor trazabilidad, beneficios comunitarios y vigilancia institucional. Las primeras exportaciones oficiales desde la creación del GoldBod suman ya 55,7 toneladas, con ingresos que superan los 5.000 millones de dólares.

Respuesta internacional y futuro incierto

La decisión ha sido bien recibida por parte de la población local y organizaciones ambientalistas, aunque genera inquietud entre empresas y diplomacias extranjeras que veían en el oro ghanés una fuente rentable de ingresos. La expectativa ahora está puesta en si el GoldBod podrá sostener el control sin caer en corrupción ni ineficiencia.

Mientras tanto, el gobierno ha desplegado una fuerza de tarea para combatir el contrabando y ha implementado mecanismos de rastreo de oro, laboratorios certificados y recompensas para denunciantes. El objetivo final: cortar los nexos entre el oro artesanal y las redes ilegales internacionales.

Ghana se impone

Ghana se presenta como un caso singular de soberanía extractiva en África Occidental. La prohibición a extranjeros puede parecer radical, pero responde a un diagnóstico crítico: la minería artesanal había sido cooptada por intereses externos y redes delictivas. Al recentralizar el sistema y regular desde el Estado, el país apuesta por recuperar su oro, sus ríos y su autonomía fiscal. El desafío ahora será sostener esa promesa con instituciones fuertes y transparencia.

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