01/08/2025 - Edición Nº906

Internacionales

Deuda histórica

El reclamo que desafía a Macron: ¿reparará Francia a Haití?

30/07/2025 | Más de 60 organizaciones globales reclaman a Macron una reparación concreta por la deuda impuesta tras la independencia.



Más de dos siglos después de su independencia, Haití sigue pagando el precio de haber sido la primera república negra libre del mundo. Esta semana, más de 60 organizaciones internacionales de derechos humanos y justicia racial han intensificado la presión sobre el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para que reconozca y repare la llamada "deuda de independencia" impuesta por la metrópoli en el siglo XIX.

La demanda no es simbólica: los firmantes exigen una reparación económica concreta, que implique transferencias reales y no meros gestos diplomáticos. Alegan que el dinero que Haití se vio forzado a pagar a Francia desde 1825 -bajo amenaza militar- para compensar a antiguos esclavistas, constituye un acto histórico de extorsión legalizada.

Del chantaje al endeudamiento crónico

El llamado “rescate de independencia” ascendió a 150 millones de francos oro, una cifra astronómica que Haití solo pudo pagar recurriendo a préstamos internacionales, principalmente de bancos franceses. Esto instauró una cadena de deuda crónica, que drenó el desarrollo económico haitiano durante más de un siglo y consolidó una estructura de dependencia financiera que aún hoy persiste.

El reclamo no es nuevo, pero esta vez está respaldado por movimientos afrodescendientes en Estados Unidos, líderes culturales del Caribe y redes de activismo panafricano. Todos coinciden en que la comisión bilateral franco-haitiana anunciada por Macron en abril es insuficiente si no se traduce en acciones materiales. “La historia ya la conocemos; ahora queremos justicia concreta”, afirmó Marlene Daut, historiadora haitiana radicada en EE.UU.

¿Por qué ahora?

La exigencia gana fuerza en un contexto donde el tema de las reparaciones coloniales ha recobrado protagonismo mundial. Desde Barbados hasta Nigeria, distintos gobiernos y movimientos sociales están cuestionando los legados económicos del colonialismo. En este sentido, Haití es un caso emblemático y extremo: una nación empobrecida por haber osado liberarse.

A nivel regional, la CARICOM ha expresado su respaldo, al igual que varias ONGs francesas que firmaron la carta abierta a Macron. "No basta con gestos simbólicos, se necesitan mecanismos de restitución concretos, fondos, programas y cancelación de deuda externa actual", dice el comunicado.

Silencio oficial y tensiones diplomáticas

Hasta el momento, el Palacio del Elíseo no ha emitido una respuesta formal. Fuentes diplomáticas en París señalan que el tema está siendo tratado con cautela, conscientes del potencial efecto dominó que podría generar un reconocimiento económico hacia Haití. Cualquier gesto podría abrir la puerta a demandas similares desde antiguas colonias africanas o caribeñas.

Haití, por su parte, se encuentra en una situación crítica, con una crisis política persistente, violencia estructural y una economía dependiente de la ayuda internacional. Pero los activistas afirman que precisamente por eso urge una medida de justicia financiera, que no dependa de lógicas de caridad o asistencia condicionada.

Deuda de mucho tiempo 

El caso de Haití interpela no solo a Francia, sino a todo el sistema internacional: ¿puede el mundo hablar de equidad global sin reparar los saqueos del pasado? La presión diplomática crece, pero también la expectativa de que Macron, cuyo mandato se ha caracterizado por gestos simbólicos hacia la memoria colonial, avance finalmente hacia una reparación con consecuencias reales.

Haití ya pagó demasiado por su libertad. Ahora, reclama lo que le corresponde.