¿Y dónde está el policía?: aceptable regreso para un clásico de la comedia

En los tiempos que corren, la buenas comedias flaquean. Pocos se lograron adaptar a las nuevas reglas de este mundo que hasta revisa con lupa hasta el más último detalle de producciones que tienen más de 40 años y no muchos están dispuestos a correr riesgos. Quizás el problema sea la falta de creatividad, quizás el problema sea no querer amoldarse. Quizás el problema sea no entender que las cosas cambian y que no podemos reírnos a costa de los demás.

En este contexto, Paramount Pictures está a punto de estrenar una nueva película de la clásica franquicia La pistola desnuda, esa mítica trilogía que lo tuvo a Leslie Nielsen como su protagonista. Ah, porque aunque ahora nos quieran vender que universalizaron el título y le pusieron “¿Y dónde está el policía?”, como en el resto de los países de habla hispana, para nosotros será por siempre La pistola desnuda.

Ahora es Liam Neeson el encargado de darle vida al protagonista, Frank Debin Jr, el hijo del oficial de Nielsen que protagonizó la trilogía original (y la serie de la que nació). Junto a él está Pamela Anderson en su primera gran aparición desde que todos los flashes volvieron a ella de la mano de la serie Pam y Tommy. Juntos forman una dupla a la que química no le falta. Al punto de que parece que gracias a este rodaje se convirtieron en pareja de verdad.

Leslie Nielsen protagonizó las originales.

El disparador de ¿Y dónde está el policía? es el robo de un artefacto que puede tener consecuencias drásticas para la humanidad. De ese atraco, un prólogo que se mostró casi cuadro por cuadro en el primer avance de la película, se pone en movimiento esta película corta como las que ya no abundan (apenas una 1.20 si no contamos las escenas postcréditos).

¿Funciona ¿Y dónde está el policía?? Un poco sí. Es aceptable el regreso de la franquicia. Sobre todo porque Liam Neeson está totalmente en su salsa y no le tiene miedo al humor vieja escuela que nos dio la trilogía original, y que también vimos en otras como ¿Y dónde está el piloto? ¿Valía la pena traer de regreso este mundo para hacer una película regular? Eso es otra cuestión.

A lo mejor es una cuestión de expectativas. Es como cuando uno vuelve a jugar viejos juegos de computadora que recuerda con mucho cariño pero que ya no le transmiten la misma emoción. Quizás en realidad lo que añoramos son otros tiempos y no es más que la nostalgia que nos guía. Porque, sí, ¿Y dónde está el policía? respeta muy bien los tropos que hicieron a la franquicia un éxito, pero hay algo de la actualización que no termina de conectar. 

Ojo, hay algunas secuencias que son memorables (una con lentes infrarrojos por sobre todas las cosas). Pero, por lo demás, se siente muy contenida, muy de fórmula. Y tal vez sean las expectativas hablando, tal vez sea una exigencia desmedida que no se pide con otras producciones del mismo calibre (ja!), pero viniendo de un tipo como Akiva Schaffer, que nos dio la genial Chip ’n Dale Rescue Rangers con un tono similar y mejor lograda, quizás no estamos tan mal si le pedimos un poquito más. A lo mejor, con una secuela.