
El inicio de agosto traerá consigo una nueva tanda de aumentos que afectarán directamente el bolsillo de los argentinos. En un contexto de inflación más contenida, pero con ingresos aún rezagados, los incrementos se concentran en sectores sensibles como el transporte, los alquileres, la medicina prepaga y los servicios básicos.
Uno de los ajustes más significativos será el de los alquileres regidos por la antigua Ley de Alquileres, que sufrirán una suba del 55,67% interanual, según el índice del Banco Central. Aunque representa una desaceleración frente a los meses anteriores -cuando las actualizaciones superaron el 60%-, sigue siendo un golpe considerable para quienes deben renovar sus contratos este mes.
Desde este jueves, el boleto mínimo de colectivo en el área metropolitana pasará de $488,70 a $506,29, con aumentos proporcionales en el resto de los tramos. Los usuarios que no tengan registrada la tarjeta SUBE pagarán una tarifa aún más alta, que llegará a superar los $1.100. En paralelo, el subte porteño subirá un 3,6%, con un valor que alcanza los $1.032, mientras que el premetro también se ajustará.
Otro rubro que vuelve a encarecerse es el de la medicina prepaga, que aplicará un aumento promedio del 1,6%, en línea con la inflación de junio. Si bien el porcentaje es menor al de meses anteriores, la suba acumula un peso importante sobre los bolsillos, más aún en planes sin copago, donde algunas entidades ajustarán hasta 1,9%.
Desde julio, los usuarios pueden consultar todos los detalles de su prestación a través de una plataforma digital habilitada por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), que permite comparar tarifas, prestadores y modalidades de cobertura.
También habrá subas en las tarifas de telefonía móvil, internet y cable, aunque los porcentajes dependen de cada empresa. Algunas ya comunicaron incrementos de hasta un 3%, que comenzarán a regir durante la primera quincena del mes.
El sábado 19 de julio, la petrolera YPF aplicó un aumento de 2,5% en los precios de la nafta y el gasoil. La compañía explicó que la medida se basó en un monitoreo constante de las variables que inciden en los costos de producción, especialmente el precio del petróleo.
De esta forma, YPF remarcó dos veces sus pizarras durante el séptimo mes. El 1° de julio aplicó una suba del 3,5%. La empresa también comenzó a implementar un sistema de precios diferenciados por franjas horarias y modalidad de carga.
Aunque el Gobierno celebra una inflación mensual por debajo del 2%, la dinámica de aumentos en sectores clave sigue generando tensión sobre el poder adquisitivo. Sin recomposición plena de salarios, las subas de agosto vuelven a reflejar una recuperación de precios relativa, pero no del bolsillo.