
El Gobierno nacional formalizó hoy la baja en los derechos de exportación a granos, derivados y carnes, que el presidente Javier Milei anunció el pasado sábado 26 de julio, en la inauguración de la 137° Exposición Ganadera de Palermo.
A través del Decreto 526/2025, las alícuotas de soja pasaron de 33% a 26%, harina y aceite de soja de 31% a 24,5%, maíz y sorgo de 12% a 9,5%, girasol de 7% a 5,5% y 4,4% sus derivados y carnes vacuna y aviar de 6,75% a 5. Además, pasaron a ser permanentes las rebajas temporarias en trigo y cebada, que habían bajado de 12% a 9,5%.
En los argumentos de la normativa, firmada por el presidente Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, señalaron que “acorde a los resultados económicos logrados durante el año 2024 y el primer semestre de 2025, la presente medida busca dotar de una mayor competitividad a uno de los sectores productivos más dinámicos y relevantes del país”.
En el decreto, la Casa Rosada remarcó que el sector agroindustrial “constituye una de las principales fuentes de generación de divisas, de desarrollo regional y de empleo, generando exportaciones por cerca de U$S 48.000 millones, aportando las cadenas de granos y carnes el 75% de ese valor”.
Según el cálculo del Gobierno, el volumen de productos agroindustriales exportados en 2024 aumentó un 56% y su facturación un 26%. En tanto, a junio de este año estimaron que los despachos de trigo crecieron un 29%, girasol un 26% y maíz y aceite de soja un 4%. En todos los casos, se cotejó el volumen de envíos.
También recordaron que a través de los Decretos 697/24, 38/25 y 439/25 se redujeron los derechos de exportación de ciertas mercaderías agroindustriales, en algunos casos de forma temporal y en otros, de manera permanente. Además, agregaron que se quitó por completo este impuesto para un listado de economías regionales, productos lácteos y porcinos.
En un tramo de las argumentaciones, el oficialismo retomó el discurso de campaña en materia de retenciones para el sector agroindustrial. “Esta gestión entiende a los derechos de exportación como un impuesto distorsivo que debe eliminarse y que, en la medida en que lo permita el superávit fiscal, se irán reduciendo hasta su desaparición”.
En este nuevo escenario de menores retenciones, el sector agroindustrial comenzó a sacar cuentas, tras la baja en los derechos de exportación.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calculó que para la próxima década, se espera -por la combinación de baja de retenciones y eliminación de la brecha cambiaria- un incremento de 8% en el volumen de producción granaria y un ingreso extra de divisas de USD 28.800 millones.
Esto son casi USD 3.000 millones, que el agro sumaría cada año al ingreso actual de dólares por parte del complejo agroexportador. “Bajo las nuevas condiciones, se espera que la producción total de granos ascienda a 172,3 millones de toneladas, frente a las 159,3 millones del escenario base”, destacaron desde la entidad rosarina.
Según estimó Dante Romano, profesor e investigador de la Universidad Austral, la baja en los derechos de exportación es una señal que apunta a normalizar el mercado, pero en los papeles tendrá un impacto acotado en los precios.
En un primer cálculo, adelantó que esto generaría una mejora de precios teórica de USD 25 por tonelada en soja, USD 5 en maíz y USD 7 en girasol. “El impacto real es más limitado, porque el mercado ya venía anticipando este escenario”, explicó.