01/08/2025 - Edición Nº906

Sociedad


Arsénico, una bomba silenciosa

Crisis del agua en Argentina: el arsénico afecta a millones y genera alerta profesional

31/07/2025 | El Consejo Profesional de Química declaró el Estado de Alerta y exige medidas urgentes por la contaminación del agua en al menos 12 provincias



En Argentina, más de 17 millones de personas consumen agua con niveles de arsénico superiores a los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo indica un reciente estudio del Programa de Medio Ambiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), publicado en 2024, que revela la magnitud de una problemática ambiental y sanitaria de larga data.

El relevamiento señala que al menos 12 provincias argentinas con fuerte incidencia en Buenos Aires presentan concentraciones de arsénico en el agua que exceden los 0,01 mg/l permitidos por la OMS.

En numerosas localidades, este umbral se supera ampliamente, sin controles suficientes ni medidas correctivas eficaces. Ante este panorama, el Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires (CPQ-PBA) declaró el Estado de Alerta y reclamó acciones concretas para garantizar el derecho al acceso al agua segura.

La entidad remarcó que la situación no es nueva, pero ha sido históricamente invisibilizada. “El estudio llevado a cabo por la UNR constituye un diagnóstico abarcativo que brinda una certera dimensión del problema”, subrayaron.

La preocupación de los expertos tiene sustento legal y científico. Recientemente, la Suprema Corte de Justicia bonaerense dejó firme un fallo que obliga a la empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) a garantizar la provisión de agua con menos de 10 µg/L de arsénico, en línea con el Código Alimentario Argentino.

El fallo fue consecuencia de un amparo presentado por vecinos de Chivilcoy, una de las tantas localidades afectadas por este contaminante. El arsénico, un metaloide tóxico, puede ingresar al agua tanto por procesos naturales como la erosión de rocas como por actividades humanas vinculadas a la minería y la agricultura.

Su ingesta prolongada genera efectos adversos graves en la salud: lesiones cutáneas, afecciones cardiovasculares y reproductivas, y hasta distintos tipos de cáncer.

El presidente del CPQ-PBA, Dr. Carlos Colángelo, advirtió que la presencia de arsénico en el agua “es conocida desde hace tiempo” por las empresas y las autoridades, y denunció negligencia en los controles. “Resulta inconcebible que no se realicen los análisis correspondientes ni los tratamientos adecuados a cargo de personal químico matriculado”, sentenció.

Colángelo también llamó a transparentar la información que recibe la población: “Es imprescindible que los ciudadanos conozcan la calidad del suministro que consumen y que las empresas, junto al Estado, implementen medidas reparatorias de manera urgente”.

Frente a esta emergencia sanitaria silenciosa, desde el Consejo Profesional de Química proponen iniciar un trabajo conjunto e integral que involucre al sector público y privado, con el fin de asegurar el acceso pleno y seguro al agua potable, un derecho básico que hoy no está garantizado para millones de argentinos.

FS