01/08/2025 - Edición Nº906

Economía

Deuda externa

El FMI aprobó la revisión del programa y Argentina recibirá USD 2.000 millones

31/07/2025 | El directorio destacó la marcha del plan económico y la transición hacia un régimen cambiario más flexible.



El Fondo Monetario Internacional aprobó este jueves la primera revisión del acuerdo firmado con la Argentina en abril y confirmó un desembolso inmediato de USD 2.000 millones, que ingresarán en las próximas horas al Banco Central. El giro había sido acordado técnicamente semanas atrás y fue convalidado tras la evaluación formal del Directorio Ejecutivo del organismo.

A pesar de que el país no cumplió la meta de acumulación de reservas netas pactada para mediados de junio, el Fondo valoró el cumplimiento del resto de los objetivos fiscales y monetarios. También consideró adecuadas las medidas correctivas adoptadas por el Gobierno para acercarse a las metas del programa.

“El programa ha tenido un inicio sólido, con una inflación en descenso, crecimiento económico sostenido y una transición fluida hacia un régimen cambiario más flexible”, aseguró el Fondo en un comunicado. Se destacó especialmente el compromiso con el equilibrio fiscal, el fortalecimiento del marco monetario y la eliminación de restricciones cambiarias, que forman parte de la nueva estrategia macroeconómica pactada.

Exigencias hacia delante

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, celebró los avances pero advirtió que los desafíos persisten. Planteó que el objetivo de superávit fiscal sigue siendo el pilar central del programa y que se deben continuar los esfuerzos para ordenar el frente monetario, mejorar la gestión de la liquidez y evitar mayor volatilidad en las tasas de interés.

Georgieva también subrayó la necesidad de reforzar el marco monetario y pidió mayor claridad sobre el régimen que regirá en el mediano plazo, un punto clave para consolidar el proceso de desinflación y sostener la remonetización de la economía.

En materia cambiaria, remarcó la importancia de preservar la flexibilidad del régimen actual, pero sin abandonar el objetivo de seguir acumulando reservas. “Esto es fundamental para que la Argentina pueda gestionar mejor futuros shocks y acceder nuevamente al financiamiento internacional en mejores condiciones”, señaló.

Reforma, gasto y gobernabilidad

Además del frente macro, el Fondo insistió en la necesidad de profundizar reformas estructurales. Georgieva pidió avanzar en la desregulación de la economía, reducir barreras de entrada, fortalecer el mercado laboral formal y mejorar la eficiencia del Estado. También mencionó la importancia de que cualquier nueva iniciativa de gasto o impositiva -como las aprobadas por el Congreso en relación con jubilaciones- cuente con financiamiento garantizado.

La titular del Fondo remarcó que los riesgos del programa siguen siendo elevados, por lo que recomendó una formulación ágil de políticas, planificación de contingencias y un apoyo social bien focalizado, clave para mantener el consenso político y la estabilidad del plan económico.

Un giro clave, pero con vencimientos inmediatos

Aunque el monto aprobado es de USD 2.000 millones, el impacto neto será menor: este viernes vence un pago por USD 830 millones al propio Fondo. El ingreso, de todas formas, resulta clave para sostener las reservas del Banco Central en un contexto de fuerte presión cambiaria y caída del flujo de exportaciones.

Desde la puesta en marcha del nuevo acuerdo, el BCRA alternó momentos de no intervención en el mercado con fases de mayor participación -incluido el uso de reservas y venta de futuros-, mientras el dólar oficial osciló entre el piso y el techo de la banda de flotación. El Tesoro, además, aceleró en las últimas semanas la compra de divisas, tras el desarme parcial de instrumentos como las LEFI, en el marco de la transición hacia un esquema monetario más restrictivo.

El aval del FMI representa un respaldo clave para el Gobierno en un momento de tensión financiera y cambiaria. La continuidad del programa implica acceso a divisas, apoyo institucional y validación externa de las políticas implementadas. Pero también exige cumplir con una hoja de ruta exigente, que incluye disciplina fiscal, reformas estructurales, claridad monetaria y acumulación de reservas en un escenario cada vez más desafiante.

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