
Con la mira puesta en octubre y en las reformas pactadas con el FMI, el Gobierno nacional ya trabaja en la construcción de un interbloque en Diputados que integre a legisladores del PRO y de la UCR. La estrategia apunta a sumar a las bancadas que responden a Cristian Ritondo y Rodrigo De Loredo, en un armado que permita ampliar el poder de fuego parlamentario de La Libertad Avanza a partir del 10 de diciembre.
“Si hay acuerdos en Córdoba, Ciudad y provincia de Buenos Aires, vamos a intentar que suceda”, aseguran en despachos oficiales. La expectativa en Balcarce 50 es alcanzar al menos 110 diputados propios o aliados, una base clave para impulsar las reformas comprometidas con el Fondo Monetario por 20.000 millones de dólares, que incluyen cambios en los regímenes laboral, impositivo y previsional.
Además del intento de consolidar alianzas en los principales distritos, el oficialismo evalúa competir de manera diferenciada en provincias donde hay pocas bancas en juego, pero el peronismo podría ser desplazado. Rolando Figueroa (Neuquén) y Gustavo Sáenz (Salta) son algunos de los gobernadores con los que se exploran entendimientos.
En paralelo, el bloque libertario ya absorbió a parte de la “Liga del Interior” radical: Luis Picat, Pablo Cervi, Federico Tournier, Francisco Monti y Mariano Campero se sumaron a la bancada oficialista en medio de tensiones por la falta de garantías para sostener vetos presidenciales, como los vinculados a jubilaciones o discapacidad.
De hecho, dentro del Ejecutivo todavía no hay consenso sobre cómo responder al reclamo de los aliados por la ley de emergencia en discapacidad. Algunos sectores admiten que se evalúan compensaciones vía la Agencia Nacional de Discapacidad, mientras otros descartan cualquier concesión.
La ingeniería legislativa se complementa con una negociación electoral aún abierta en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, el interlocutor designado por el oficialismo es Ezequiel Sabor, funcionario porteño de confianza de Mauricio Macri. El Gobierno impone como condición dejar fuera de la mesa a Jorge Macri, María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, aunque reconoce estar dispuesto a repartir cargos: “No vemos con malos ojos un esquema en el que nos quedemos con dos senadores y ellos con dos diputados”.