
El flamante bloque de gobernadores aliados tendrá su primer test político este miércoles, cuando un amplio arco opositor busque sesionar en la Cámara de Diputados con un temario que representa una seria advertencia al Gobierno nacional.
La agenda impulsada por los mandatarios incluye el reparto automático de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias, el financiamiento del Hospital Garrahan, la restitución de fondos para universidades y el rechazo a los vetos presidenciales sobre el aumento jubilatorio y la emergencia en discapacidad.
La convocatoria fue motorizada por el bloque de Unión por la Patria, encabezado por Germán Martínez, junto a los espacios que responden a Miguel Ángel Pichetto, Facundo Manes, la Coalición Cívica y otros diputados dialoguistas que buscan ponerle un freno institucional a la motosierra libertaria. No es una alianza ideológica, pero sí una convergencia de intereses frente al desgaste centralista del Gobierno.
Con el aval de mandatarios como Llaryora, Pullaro, Sadir y Torres, la oposición intentará forzar el tratamiento de proyectos con media sanción o con alto nivel de consenso en el Senado. Uno de ellos es el que establece una nueva distribución de los ATN, que hoy maneja discrecionalmente la Casa Rosada.
También se buscará rechazar varios DNU que reconfiguraron organismos estratégicos: el que disolvió Vialidad Nacional, el que eliminó la Marina Mercante, y el que reformó el Banco Nacional de Datos Genéticos, una medida que inquietó incluso a sectores de Juntos por el Cambio.
La jugada revela el inicio de una etapa de mayor coordinación entre las provincias y bloques parlamentarios, que perciben que el malestar social y el vaciamiento presupuestario ya no pueden seguir enfrentándose con comunicados aislados. La pelota ahora está en el Congreso.