
La posibilidad de un frente entre La Libertad Avanza y el PRO en la Ciudad de Buenos Aires está cerca de naufragar. Patricia Bullrich insiste en cerrar un acuerdo como el de la provincia de Buenos Aires, pero Karina Milei quiere correr a Jorge Macri del centro de las negociaciones. La tensión entre los principales actores no es nueva, pero ahora amenaza con desactivar el armado electoral porteño.
En el entorno libertario sostienen que Jorge Macri, pese a ser jefe de Gobierno, titular del PRO porteño y ahora apoderado del partido, no será parte de la mesa que discuta la estrategia electoral. El problema es que Macri se plantó y anotó su nombre como firmante de las listas y alianzas, algo que lo convierte en interlocutor inevitable, más allá de los deseos de Karina.
Bullrich busca mostrarse como factor de unidad, pero tampoco se juega el todo por el acuerdo. Su mirada está puesta en el mediano plazo: si logra una buena elección en octubre, se posiciona como candidata fuerte para disputar la Ciudad en 2027. Esa ambición entra en colisión con los planes del actual jefe de Gobierno, que no quiere ceder protagonismo.
Dentro del PRO conviven dos posturas. Mauricio Macri cree que una alianza con Milei permitiría esconder las debilidades del partido en la Ciudad, que hoy aparece tercero en las encuestas. Pero Jorge apuesta a resucitar Juntos por el Cambio con el aval del radicalismo, la Coalición Cívica, el socialismo y otros sellos. El problema es que esa estrategia no logra repuntar en intención de voto.
El lunes próximo vence el plazo para la inscripción de alianzas. Hasta entonces, la negociación continúa en un clima tenso, donde cada gesto es leído como un movimiento de poder. La decisión que se tome no solo impactará en la elección legislativa de octubre, sino también en el mapa de liderazgos rumbo a 2027.