12/08/2025 - Edición Nº917

Sociedad


Avance histórico de la UBA

Desarrollan un método para detectar el maltrato infantil a través de la saliva

03/08/2025 | Una investigación única en el país busca identificar biomarcadores en el ADN que no solo permitirán un diagnóstico temprano del maltrato, sino que también podrían servir como evidencia científica ante la Justicia.



Un equipo de científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) está desarrollando una herramienta revolucionaria para la detección del maltrato infantil: un método que identifica el daño a través del análisis de muestras de saliva. Esta investigación, liderada por el doctor Eduardo Cánepa (foto abajo)  en el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, utiliza biomarcadores basados en cambios en el ADN, que prometen una base científica irrefutable para la detección y el abordaje de esta grave problemática.

El maltrato infantil deja secuelas devastadoras y persistentes, que no solo son psicológicas, sino también moleculares. Estas alteraciones se asocian con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y tendencias suicidas. Sin embargo, una intervención temprana puede mitigar e incluso revertir estos efectos. En esa línea, el estudio de la UBA busca un diagnóstico temprano cuando aún no es posible detectarlo con otros métodos.

¿Cómo funciona la detección por saliva?

El equipo de Cánepa, que trabaja junto a la Unidad de Violencia Familiar del Hospital Elizalde, se enfoca en la epigenética: un campo de la biología que estudia las modificaciones químicas que afectan el ADN sin alterar su secuencia. El maltrato infantil, al generar un entorno de violencia y peligro constantes, produce cambios epigenéticos que obligan al cuerpo a adaptarse.

El estudio analiza cómo estas modificaciones impactan en genes específicos, no en todo el genoma. “Queremos ver si en saliva se pueden ver los cambios en la metilación del ADN. Poder usarlo de diagnóstico temprano del maltrato, es decir cuando todavía no se ha podido descubrir con otro tipo de controles”, explicó Cánepa.

Además del diagnóstico, estos marcadores moleculares podrían servir para el seguimiento de los pacientes durante su tratamiento psicológico, permitiendo a los profesionales de la salud observar si las modificaciones genéticas mejoran o empeoran con el tiempo. El estudio también busca hacer un pronóstico sobre la gravedad de las consecuencias del maltrato en cada niño.

El proyecto, que se espera que tenga sus primeros resultados de análisis de ADN a principios del próximo año, no tiene precedentes en Argentina. Si bien existen investigaciones similares en países como Estados Unidos y Francia, Cánepa destaca la importancia de hacerlo en el país, ya que “no hay forma de equiparar resultados de un país a otro” debido a las variaciones epigenéticas entre poblaciones.

El objetivo final es aportar pruebas científicas irrefutables del maltrato, que podrían ser utilizadas como evidencia en un proceso judicial, además de ofrecer una herramienta invaluable para los profesionales de la salud.

Sin embargo, el equipo multidisciplinario enfrenta un gran desafío: el alto costo de los estudios epigenéticos. Las muestras deben ser enviadas al exterior para su análisis y procesadas con herramientas bioinformáticas que requieren una inversión considerable, una dificultad que se agudiza en el contexto económico actual.