
Según diversas fuentes opositoras y del movimiento gremial, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) estaría generando informes sistemáticos destinados al Poder Ejecutivo sobre la actividad política de dirigentes opositores, sindicalistas y agrupaciones de jubilados.
Aunque la denuncia aún no ingresó formalmente en sede judicial, fue difundida públicamente por legisladores y representantes gremiales. “Es un espionaje dirigido a quienes expresan posiciones diferentes al oficialismo”, declaró un referente de la oposición, y pidió que el Congreso convoque a las autoridades del organismo para explicar el alcance de estas tareas.
"Milei sigue la peor tradición de la casta, espiar a los que piensan distinto. Se ve que para eso el Estado no le molesta: desfinancia al Garrahan, pero le aumenta el sueldo a los “servicios”. Lo que sale a la luz sobre la SIDE es una vergüenza. Esto no nos va a dar miedo. Vamos a seguir defendiendo la Argentina que se quieren llevar puesta. Y la libertad de todos", sentenció el diputado nacional Facundo Manes.
De acuerdo con las fuentes, los informes incluyen seguimiento de discursos, reuniones, viajes, adhesiones públicas, y también monitorización en redes sociales de los actores involucrados. El eje no sería inteligencia estratégica, sino inteligencia política interna, algo que, según abogados especialistas en derechos humanos, podría vulnerar la Ley de Inteligencia Nacional, que prohíbe tareas dirigidas a personas por su ideología o pertenencia política.
El oficialismo, por su parte, ha evitado declaraciones públicas contundentes. Fuentes del Ejecutivo argumentan el derecho del Gobierno a mantenerse “informado sobre la realidad sociopolítica del país”, aunque sin detallar mecanismos ni límites.
Organismos como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Asociación por la Justicia y la Igualdad emitieron comunicados en los que exigen explicaciones públicas y advierten un posible uso político ilegal de recursos de inteligencia.
La SIDE, que volvió a operar oficialmente bajo esa denominación desde mediados de 2024 -organizada mediante los decretos 614/2024 y 616/2024- responde directamente al presidente y supervisa al nuevo Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) compuesto por cuatro agencias especializadas.
Aunque su restablecimiento se justificó como parte de una reforma estructural, la reciente denuncia activa interrogantes sobre posibles prácticas autoritarias.
Fue designado por el presidente Javier Milei tras la disolución de la AFI y la creación de la SIDE a través del decreto 616/2024.
Reporta directamente al presidente, siendo el máximo responsable del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN).
Bajo su gestión, la SIDE coordina cuatro organismos desconcentrados.
Encargado de la recolección de información estratégica nacional e internacional y la cooperación con agencias externas.
Dirección a cargo de Alejandro Walter Colombo.
Se ocupa de la detección temprana de delitos federales complejos y posibles amenazas terroristas u organizadas dentro del país.
Liderada por Alejandro Pablo Cecati, comisario general retirado con larga trayectoria en la Policía Federal.
Responsable de diseñar y ejecutar estrategias para la protección digital de infraestructuras críticas, así como formar personal estatal en prevención ante ciberamenazas.
A cargo de Ariel Waissbein, doctor y experto en ciberseguridad y criptografía.
Su función es supervisar y auditar el uso de recursos y el cumplimiento jurídico de todas las agencias bajo la SIDE.
Dirigida por un Inspector General, sin nombre público confirmado.