
Desde su prisión domiciliaria en Paraguay, el exsenador Edgardo Kueider lanzó duras críticas contra la Justicia argentina y, en particular, contra la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, a cargo de una investigación por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito en su contra.
Kueider fue detenido el 4 de diciembre de 2024 en la frontera con Paraguay, junto a su secretaria, Iara Guinsel Costa, con más de 200 mil dólares sin declarar. En ese país enfrentará un juicio por contrabando, aunque insiste en su inocencia y niega que el dinero le perteneciera. “No son míos, ni siquiera son de mi acompañante. Son de operaciones que ella estaba haciendo en Paraguay, de intermediación”, aseguró.
El exsenador sostiene que la investigación de Arroyo Salgado es parte de una maniobra para inflar las acusaciones en su contra y convertir el caso en un escándalo mediático. “Es una truchada que debería ser anulada inmediatamente”, disparó, y cuestionó que la jueza haya pedido la pena máxima cuando la mínima es de cuatro años y medio: “¿Con qué intención? No sé, capaz de darle mayor volumen a todo”.
“Piden por mí la pena máxima por esto, que son 14 años, y a Cristina Kirchner le dieron seis años de prisión por la causa Vialidad”, comparó el exlegislador.
La causa que lo vincula con el lavado de dinero se conecta con la investigación por presuntas coimas a través de la empresa Securitas, que habría asegurado contratos con entes estatales como ENERSA, la distribuidora de energía de Entre Ríos. Esa conexión, según Kueider, es la única justificación para que Arroyo Salgado intervenga en un presunto hecho de corrupción cometido fuera de su jurisdicción. “Está atada a la causa Securitas. La prueba de conexidad tiene que ser un poco más sólida”, advirtió.
Para el exsenador, la jueza está utilizando el caso como plataforma personal. “No quiero pensar que esto haya servido por alguna pretensión de aspirar a algún lugar en la Corte Suprema, que me usen de chivo expiatorio en una causa de impacto mediático y logren posicionarse en eso”, deslizó.
Kueider también rechazó el pedido de extradición abreviada presentado por la magistrada argentina. Argumentó que debe resolver primero el juicio en Paraguay, y que el dinero incautado no provenía de Argentina. “Tengo que volver a mi país aclarando que ese dinero no era mío y que eran operaciones legales, financieras e inmobiliarias”.
Además, sostuvo que la solicitud para llevarlo a declarar ante la Justicia argentina ya fue rechazada tres veces por errores formales y que la propia fiscalía paraguaya considera viable una indagatoria remota como vía alternativa.