Ferraresi deja la intendencia: ¿qué papel juega su esposa?

Jorge Ferraresi se corrió de la intendencia de Avellaneda por 30 días para meterse de lleno en la campaña, encabezando la lista de concejales del peronismo local. En su lugar asumió su esposa, Magdalena Sierra, que ya venía ejerciendo como jefa de Gabinete. La movida dejó una señal clara: se mide la gestión de ambos, y se habla cada vez más de una posible candidatura de Sierra para 2027.

La boleta que armó Ferraresi tiene una marca: no deja lugares entrables a La Cámpora, y apenas abrió un casillero para Nuevo Encuentro, con el concejal Santiago Pirolo en el quinto lugar. El mensaje es directo para el senador Emmanuel Santalla, referente del camporismo en el municipio, que mira de reojo el cierre local.

La campaña arrancó con fuerte impronta local. Bajo el lema “Yo me acuerdo”, Ferraresi empezó a recorrer los barrios mostrando las obras de sus gestiones anteriores. Busca blindar Avellaneda de cualquier intento de penetración desde adentro del peronismo. En su entorno afirman que es una reacción al operativo de pinzas que La Cámpora desplegó en varios municipios del conurbano.

Aunque formalmente su candidatura sería testimonial, el posicionamiento de Sierra al frente del Ejecutivo no pasó desapercibido. En los pasillos del municipio ya se habla de un posible escenario en el que ella continúe al mando hasta las elecciones de 2027. No sería la primera vez que una licencia "temporaria" abra un camino de consolidación.

La tensión interna se potencia con el debate por las candidaturas testimoniales. Desde Quilmes, Mayra Mendoza que encabeza la lista de diputados provinciales, ya avisó que asumirá su banca si es electa y le marcó la cancha a los dirigentes del axelismo que ensayan jugadas similares sin intención de asumir.

En ese marco, lo de Ferraresi-Sierra no es un simple enroque. Es, en los hechos, un ensayo de sucesión familiar que incomoda a más de uno en el peronismo local. Sobre todo, a quienes todavía disputan el control territorial del PJ desde agrupaciones como La Cámpora, que empieza a ver cómo algunos intendentes deciden cerrar el juego.