14/08/2025 - Edición Nº919

Policiales

En Canning

El jefe de una banda de entraderas vivía en una casa de tres pisos valuada en 250 mil dólares

04/08/2025 | Dylan Pérez, alias ‘Pito Wey’, fue detenido tras una persecución en San Justo. Lo acusan de al menos siete robos violentos en La Matanza y Morón.



Vivía en una casa valuada en 250 mil dólares, en un barrio cerrado de la localidad bonaerense de Canning. Tenía acceso a cuatro autos, llaves de ocho departamentos y otras tres casas en distintos countries. Pero ese estilo de vida, sostenido con dinero del delito, se desplomó tras su detención: Dylan Gonzalo Ezequiel Pérez, conocido como ‘Pito Wey’, fue capturado por la policía acusado de ser el jefe de una banda que cometió al menos siete entraderas violentas en La Matanza y Morón.

El golpe final llegó con una serie de allanamientos ordenados por la fiscal Evangelina Sánchez, de la UFI N° 11 de La Matanza, y ejecutados por la DDI local bajo el mando del comisario mayor Flavio Marino. Aunque los efectivos llegaron a varios domicilios vinculados a los sospechosos, no encontraron a nadie: la banda se había ido a bailar.

Uno de los integrantes alcanzó a escapar al regresar, cuando los policías intentaron interceptar un auto que aceleró bruscamente y casi atropella a un efectivo. A partir de ese momento, la organización se dispersó. Solo volvió a su casa una mujer apodada ‘Estrella’, pareja de ‘Pito Wey’, quien fue detenida por sorpresa, declaró bajo reserva y recuperó su libertad, aunque quedó comprometida en el proceso.

La pista más fuerte apareció en Las Casuarinas, un barrio cerrado de Canning, donde la banda usaba una vivienda como base de operaciones. El inmueble de tres pisos, destacaba por su tamaño, sus movimientos constantes y su valor: 250 mil dólares. Estaba a nombre de Pérez, que combinaba un alto poder adquisitivo con una estrategia delictiva repetida y violenta.

La banda ingresaba de madrugada a casas particulares, encapuchados, armados, y forzando aberturas o ventanas. Reducían a los moradores mientras dormían, los golpeaban y ataban, y robaban dinero y objetos de valor.

Uno de los ataques más violentos ocurrió en Lomas del Mirador, donde un hombre de 49 años fue brutalmente agredido. Esa misma noche, en San Justo, una mujer de 80 años fue sorprendida por los delincuentes, pero logró activar la alarma vecinal y evitó un robo mayor.

Gracias a una intervención judicial sobre su teléfono, los investigadores pudieron localizar a Pérez en San Justo. Cuando intentaron interceptarlo, se dio a la fuga en auto y fue perseguido por seis cuadras. No logró escapar. En su poder, tenía llaves de múltiples propiedades y se descubrió que se movía con distintos autos para no ser identificado.

“Lo veníamos siguiendo y, cuando confirmamos que se subió en un auto, lo quisimos interceptar pero pudo escapar. Ahí se originó una persecución por alrededor de seis cuadras y no tuvo forma de seguir su fuga”, relató una fuente del caso, según el sitio Primer Plano Online.

La fiscal Sánchez acusa a Pérez y a otros cinco integrantes de la organización de asociación ilícita y robo agravado por su comisión en poblado y en banda, con el agravante de efracción. Si son hallados culpables, las penas podrían ser severas, dado el número de hechos acumulados y la violencia ejercida.