08/08/2025 - Edición Nº913

Internacionales

Crisis fronteriza

Crisis en Haití: el avance de 'Viv Ansanm' que preocupa a Dominicana

04/08/2025 | La toma de Las Cahobas por la coalición “Viv Ansanm” desató una oleada de desplazados hacia Elías Piña, tensando la frontera binacional.



La localidad haitiana de Las Cahobas, ubicada en el Departamento Centro, se convirtió en el nuevo epicentro del caos que atraviesa Haití. Cientos de personas, entre ellas mujeres y niños, huyeron a pie, en motocicletas y en vehículos improvisados hacia la frontera con República Dominicana luego de que la coalición armada “Viv Ansanm” tomara el control del pueblo. Las imágenes que circulan muestran una migración desesperada hacia la provincia dominicana de Elías Piña, sin coordinación ni asistencia humanitaria clara.

El grupo criminal, conformado por diversas bandas que se han consolidado como poder de facto en amplias zonas del país, irrumpió en Las Cahobas con fusiles automáticos y vehículos blindados artesanales. El ataque se produjo en la madrugada, y para el amanecer ya ondeaban banderas de la coalición en edificios públicos, según testigos. La población, sin apoyo de fuerzas de seguridad estatales, optó por el éxodo.

El auge de “Viv Ansanm” y la disolución institucional

La coalición “Viv Ansanm” es una de las tantas alianzas criminales que surgieron tras el vacío de poder dejado por el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. Desde entonces, Haití ha carecido de un gobierno efectivo, con la Policía Nacional desbordada y el Ejército prácticamente ausente. Este nuevo ataque confirma la expansión del control territorial de los grupos armados, especialmente en áreas estratégicas como la frontera este del país.

Según organizaciones humanitarias locales, los desplazamientos forzados superan ya los 600.000 en todo Haití. Las cifras aumentan cada semana, y la capacidad de acogida en los puntos fronterizos dominicanos está desbordada. El gobierno de República Dominicana ha reforzado su presencia militar en Elías Piña y otras zonas limítrofes, pero enfrenta un dilema humanitario frente a la presión migratoria.

Tensión creciente en la frontera dominicana

El ingreso masivo de personas provenientes de Haití ha reactivado el debate político en República Dominicana sobre el cierre total de la frontera. El presidente Luis Abinader reiteró que su prioridad es la seguridad nacional, aunque aceptó que se permitirá el paso de mujeres embarazadas, menores y personas heridas, bajo protocolos estrictos. Paralelamente, se han habilitado puestos sanitarios de emergencia y se evalúa la apertura de centros temporales de acogida.

Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por el uso excesivo de fuerza militar y los controles selectivos, que podrían violar principios de asilo. En redes sociales dominicanas, se multiplican las expresiones de rechazo a la llegada masiva de haitianos, alimentadas por discursos xenófobos y desinformación.

La comunidad internacional, ausente

El caso de Las Cahobas es otro capítulo de una crisis más profunda: la ausencia de una respuesta internacional coordinada frente al colapso haitiano. Estados Unidos, Canadá y Naciones Unidas han emitido comunicados, pero aún no se concreta el despliegue de la misión de apoyo multinacional aprobada por el Consejo de Seguridad.

Mientras tanto, la población civil sigue pagando el precio del abandono estatal y el letargo diplomático. Las víctimas del ataque en Las Cahobas y los miles de desplazados no tienen garantías de protección, ni en su país ni del otro lado de la frontera.

Crisis inminente 

La toma de Las Cahobas confirma una tendencia inquietante: el avance sistemático de coaliciones armadas en Haití sin oposición efectiva del Estado ni intervención internacional contundente. Para República Dominicana, el desafío ya no es solo migratorio, sino de seguridad nacional. El corredor fronterizo con Elías Piña podría convertirse en un foco de tensión prolongado si no se articula una respuesta conjunta que incluya ayuda humanitaria, control fronterizo razonable y presión internacional para estabilizar Haití.

La comunidad internacional no puede seguir postergando una acción decisiva. La frontera haitiano-dominicana ya no es solo una línea geográfica: es el límite entre el colapso institucional y la posibilidad de una respuesta hemisférica coordinada.