
En una amena charla con NewsDigitales, Dario Rego (@filetesdariorego), contó su historia como fileteador. Una de las disciplinas artísticas más representativos de la Ciudad de Buenos Aires.
En la entrevista reveló que comenzó a los 30 años, "Considero que el filete me eligió a mi, ya que estaba buscando alguna forma de expresión, más allá de la restauración y diseño de los muebles que se hacía en la empresa familiar, que no lo sentía como algo natural en mí”.
En la misma dirección, Darío explicó lo que para él fue su primer acercamiento al filete. Fue cuando tenía seis años, mientras cursaba el primer grado. “Yo dibujaba y pintaba mucho, me gustaba. Recuerdo que estaba dibujando un (auto) Porsche, al que le hice toda la línea del paragolpe con perspectiva y de un trazo de pincel, que me quedó grabado a fuego”, afirmó divertido. En este sentido, y mientras hacía su relato, Darío suelta –casi de manera automática– su mano al aire, tal como si estuviera haciendo el diseño del filete en su dibujo. Y agregó: “Nunca más me pasó algo así hasta los 30 años, cuando comencé con el filete. Fue un paréntesis de 25 años hastas que volví”.
En otro momento de la entrevista, Darío hace referencia al turismo que visita su local, que se encuentra en el Mercado de las Pulgas, sobre la calle Enrique Martinez, frente a la Plaza Clemente (Colegiales).
“Hace dos años venía más turismo que ahora. Si bien muchos lo encuentran como una novedad, otros vienen sabiendo de antemano de qué se trata. Hacen un estudio de cuáles son las expresiones culturales de la Ciudad, y una es el filete. Es el arte visual de Buenos Aires, es embajador en todo el planeta, antes era muy local. El filete junto al tango es embajador en todo el planeta”, afirma convencido.
“En cualquier lado del planeta donde escuchan un acorde de bandoneón saben que es de Buenos Aires. Y hoy donde ven la forma del filete, que es muy particular, saben que es de Buenos Aires”, completó.
También habló acerca de su dedicación de restaurar y filetear metegoles, autos y camiones de colección a escala. “Es algo que me gusta mucho. Armé un pequeño museo en el taller", señaló.
Por último, habló sobre su participación en el programa Mayo Amarillo, de seguridad vial. En la que intervino un taxi. Otro emblema de la ciudad. “Para mi fue muy importante ya que pude conocer a Marta Minujin, entre otros artistas plásticos que participaron en la movida cultural, una prócer del arte argentino. Poder hablar con ella y que me diera una devolución fue muy importante para mí”, concluyó.