05/08/2025 - Edición Nº910

Política

Reclamo norteño

Salta se planta: el pedido de Sáenz a la Casa Rosada

05/08/2025 | El gobernador de Salta pidió más infraestructura y un federalismo real. Cuestionó al Gobierno nacional por ignorar al interior y advirtió: “La Argentina no termina en la General Paz”.



En un contexto de creciente tensión entre las provincias y la Casa Rosada, Gustavo Sáenz aprovechó la II Conferencia Internacional Argentina Cobre 2025 en San Juan para lanzar un mensaje político directo: el norte argentino no piensa seguir esperando. Rodeado de mandatarios del sector minero, el salteño pidió infraestructura, inversión y un cambio de modelo que rompa con el unitarismo de facto.

“El norte es un gigante dormido que ha empezado a despertar”, dijo Sáenz, y completó con una frase que se volvió viral: “En Capital Federal no se produce nada. Es hora de que le devuelvan al país lo que el país le ha dado”. La crítica apunta a un centralismo que, más allá del discurso libertario, se profundizó con la gestión de Javier Milei, que recortó obras, fondos y programas federales.

Sáenz no está solo: detrás de sus palabras se lee el malestar de gobernadores de todas las banderas, incluso algunos aliados del oficialismo. Lo que reclama es más que coparticipación: habla de conectividad, rutas, acueductos y un Estado nacional que no trate a las provincias como proveedoras de recursos pero no de desarrollo. “No alcanza con equilibrio fiscal: se necesita equilibrio institucional”, disparó.

La mención al RIGI fue estratégica. Sáenz celebró el régimen como una herramienta clave para atraer grandes inversiones, pero recordó que sin condiciones materiales para producir, “ninguna ley sirve de nada”. Es una crítica sutil pero efectiva al enfoque economicista del Gobierno, que cree que desregular es sinónimo de motorizar.

La frase sobre la General Paz no fue casual. El límite simbólico de Buenos Aires volvió a estar en el centro del debate. La narrativa de Sáenz busca instalar otra épica: la del interior productivo que exige protagonismo y no migajas. Por eso reclamó que el presidente “trabaje con los gobernadores” y deje de ningunear a las provincias.

La advertencia final no puede tomarse a la ligera: hay un bloque de poder en el norte que se siente desatendido y que empieza a armar su propia agenda. El “gigante dormido” puede transformarse en un factor de presión real. Si Milei no los escucha, lo despertarán a gritos.