
La causa que investiga la desaparición de cinco hombres en Jujuy avanzó en las últimas horas con más pruebas. Por estas horas, el foco está puesto en el análisis forense de los restos óseos y biológicos hallados en los últimos días en el barrio Alto Comedero, dentro y cerca del domicilio de Matías Jurado, el principal imputado que tiene el caso.
Este martes 5 de agosto, el laboratorio del Ministerio Público de la Acusación (MPA) comenzó con los estudios preliminares sobre los materiales secuestrados durante los allanamientos. El objetivo es claro: determinar si los restos humanos corresponden a alguna de las cinco personas reportadas como desaparecidas.
Para ello, la Justicia dispuso la extracción de muestras de ADN a los familiares directos de las presuntas víctimas. Esta medida, clave en cualquier investigación por desaparición forzada u homicidio, permitirá cotejar material genético con los fragmentos recuperados, y así avanzar en la identificación.
Los restos incluyen huesos, fragmentos de piel y prendas parcialmente calcinadas, elementos que, por su deterioro y estado, requieren técnicas periciales complejas. Los estudios realizados abarcan tanto el análisis antropológico como genético, y están siendo tratados bajo condiciones especiales para preservar su integridad.
En paralelo, el fiscal regional Guillermo Beller confirmó el hallazgo de nuevos restos óseos en un basural cercano al domicilio del acusado. “Fuimos a un lugar donde la gente de la zona tira basura y encontramos restos humanos”, declaró a medios locales, agregando que se está “peinando toda la zona” en búsqueda de ropa, celulares u otros elementos vinculantes.
La urgencia de los análisis no es menor: de comprobarse la identidad de los restos, la causa pasará de una etapa de sospechas a una confirmación material del crimen múltiple, y la fiscalía podría ampliar la acusación contra Jurado, quien ya está imputado por homicidio agravado.
El caso adquirió relevancia a partir de la desaparición de Jorge Omar Anachuri, un hombre de 68 años que fue visto por última vez junto a Jurado, ingresando a su vivienda en un taxi. Ese rastro activó una serie de coincidencias con otras desapariciones recientes: todas las víctimas eran hombres mayores, en situación de calle o con discapacidad, y mantenían algún vínculo previo con el acusado.
En el domicilio del imputado, la policía encontró elementos de alto valor probatorio: restos óseos, piel humana, ropa quemada y herramientas posiblemente utilizadas para ocultar evidencias. La fiscalía trabaja sobre la hipótesis de un accionar sistemático, planificado y dirigido a personas vulnerables, aunque por ahora no se identificaron cómplices.