
El exministro de Economía Sergio Massa reactivó su protagonismo político con una doble estrategia: impulsar una renovación generacional dentro del peronismo y, al mismo tiempo, evaluar el “operativo clamor” que lo postula como candidato a diputado nacional para las elecciones de octubre.
Desde el Frente Renovador aseguran que el peronismo debe ofrecer “figuras nuevas, mujeres y jóvenes” en sus listas legislativas para recuperar competitividad tras la derrota de 2023. “Una renovación interna haría al justicialismo más competitivo y capaz de brindar mejores soluciones”, afirman.
Sin embargo, en distritos clave como la provincia de Buenos Aires, el PJ volvió a apostar por dirigentes tradicionales como Verónica Magario y Gabriel Katopodis, lo que, para algunos dentro del massismo, contradice el mensaje de cambio.
Mientras tanto, Massa sigue encabezando encuentros con pymes, emprendedores y candidatos bonaerenses, aunque evita confirmar una eventual candidatura. Su entorno sostiene que mantiene el bajo perfil, pero no descartan que acepte liderar la lista nacional si la coyuntura lo exige.
En paralelo, las tensiones internas continúan. El dirigente social Juan Grabois advirtió que podría competir por fuera del frente peronista y lanzó críticas directas al exministro, lo que complicó los intentos de Cristina Kirchner por contener la disputa y preservar la unidad.“Nunca lo subió al ring porque su prioridad es la unidad”, aseguran cerca del tigrense, que aún analiza su próximo paso en un peronismo fragmentado y en plena reconfiguración.
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