
Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, se metió de lleno en la disputa nacional. Desde su lugar como referente de Provincias Unidas, el nuevo bloque de gobernadores del interior, planteó un modelo alternativo al del gobierno libertario y se mostró convencido de que “el próximo presidente va a salir de este espacio”. Apunta a consolidar un polo de poder desde las provincias, con una mirada crítica sobre el centralismo del AMBA y la polarización política nacional.
Pullaro cuestionó con dureza el rumbo del presidente Javier Milei. Lo comparó con la etapa final del menemismo y acusó a la administración nacional de desatender las necesidades del interior productivo. “Ya lo vivimos”, resumió, en alusión a las consecuencias sociales y económicas de aquel modelo. Frente a eso, propone una “alternativa federal y realista”.
El mandatario también repasó su vínculo con dirigentes nacionales. Dijo haber respaldado a Patricia Bullrich en la elección pasada, aunque marcó diferencias con su actual rol en el gabinete. “No juega a medias tintas, es su característica”, señaló, sin cargar las tintas, pero dejando claro su desacuerdo con la deriva del PRO hacia el mileísmo.
Al hablar de figuras históricas, Pullaro se mostró reverente con Raúl Alfonsín, a quien reconoció como “un hombre de coraje institucional”, y lapidario con Néstor Kirchner: “El peor, para mí. Consolidó una cultura populista, autoritaria y contraria al desarrollo”. Esa definición lo posiciona con claridad en un escenario político donde el radicalismo busca rearmarse lejos tanto del kirchnerismo como del mileísmo.
El bloque Provincias Unidas busca trascender los márgenes partidarios. Gobernadores como Gustavo Sáenz o Martín Llaryora exploran ese mismo camino: autonomía política, discurso federal y construcción desde abajo. En ese esquema, Pullaro se muestra como el más político y con mayor proyección nacional, sin aún romper con su rol institucional.
Con este movimiento, el santafesino abre juego en un tablero dominado por dos polos que, según encuestas recientes, agotan a buena parte del electorado. Pullaro apuesta a canalizar ese cansancio y construir desde la periferia una alternativa competitiva. Mientras tanto, sigue sumando visibilidad, sin apurarse, pero con estrategia.