07/08/2025 - Edición Nº912

Política

Caída legislativa

Milei pierde 12 a 0 en Diputados en plena semana clave

07/08/2025 | Doce votaciones, doce derrotas. La Cámara de Diputados protagonizó anoche una sesión extensa que terminó por marcarle al Gobierno sus límites parlamentarios.



La oposición logró imponer una serie de proyectos sensibles: aumento del presupuesto para las universidades, declaración de emergencia para el Hospital Garrahan, restitución de programas científicos, y rechazo a cinco Decretos de Necesidad y Urgencia del Ejecutivo. Entre ellos, uno particularmente incómodo: el que derogaba el fondo fiduciario que garantizaba la investigación del caso Libra, la estafa piramidal que afectó a miles de ahorristas y que tuvo amplias repercusiones en redes y medios.

Pero el problema no se reduce a una sesión. Ni siquiera a una docena de votaciones. Lo que se evidenció anoche es la debilidad estructural de un gobierno que confunde legitimidad de origen con poder real. Que ganó una elección, pero no construyó un bloque. Que se instaló en la centralidad política, pero sin territorio, sin partidos ni aliados, no puede condicionar el Congreso.

La bancada de La Libertad Avanza no solo no logró frenar los proyectos: pareció resignada. No hubo defensa enérgica, no hubo relato alternativo, no hubo siquiera un intento de reconfigurar el terreno. La épica libertaria que acostumbraba a convertir cada piedra en una cruzada moral, anoche no apareció.

Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires -donde el Gobierno necesita consolidar volumen político de cara a 2025- los números empiezan a mostrar señales de desgaste. El malestar social, la falta de obra pública, el retroceso en servicios básicos y el conflicto con los intendentes se combinan con encuestas que circulan con creciente preocupación en los pasillos del poder: el oficialismo baja. Y no por errores de otros, sino por ausencias propias.

Pero ¿quiénes están detrás de esa derrota? ¿A quién responde hoy la oposición que le marcó el paso al Presidente? En primer lugar, los más evidentes: el peronismo y Unión por la Patria votaron en bloque contra los DNU y a favor de los proyectos de ampliación de derechos y refuerzo presupuestario. Pero no estuvieron solos. Parte del radicalismo también acompañó las votaciones, incluso aquellos legisladores que en otras sesiones habían sido permeables a la agenda libertaria.

Dentro del PRO, la fractura también se hizo visible: mientras algunos referentes nacionales buscan sostener una alianza táctica con Milei, otros -con base territorial o sensibilidad institucional más fuerte- se alejaron del núcleo duro libertario. A ese conjunto de votos opositores se sumaron diputados de provincias que responden directamente a sus gobernadores. Muchos de esos mandatarios -en especial los del norte y el sur del país- integran hoy un nuevo armado político que lleva por nombre “Un Grito Federal”.

En ese marco, lo sucedido en Diputados no puede leerse solo como un traspié parlamentario sino como los límites de una estrategia de construcción de poder basada casi exclusivamente en la violencia. La política no se limita a la imposición de un programa: exige también capacidad de diálogo, construcción de acuerdos y sensibilidad para leer el clima social. La narrativa de la eficiencia por sobre la representación, que Milei sostiene con firmeza, choca cada vez más seguido contra la misma pared